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Normativa anti-contaminación

Gallardón propone prohibir el tráfico en el centro de Madrid

Gallardón propone prohibir el tráfico en el centro de Madrid

jueves 22 de octubre de 2009, 17:47h
El Ayuntamiento ha presentado este jueves la nueva red de vigilancia de la contaminación y una serie de medidas para mejorar la calidad del aire, como la creación de una zona de bajas emisiones, en la que se limitaría la circulación de vehículos, posibles exenciones en el SER y la negociación de límites en la homologación del sector del taxi. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha presentado este jueves las propuestas explicando que se adaptan a los nuevos criterios de la directiva europea. Es la primera ciudad de España que acomete este trabajo.

La primera medida va a ser la adaptación de la red de vigilancia de la contaminación atmosférica a la nueva directiva de la Unión Europea. Para ello se adaptará la red de medición actual, según los estudios efectuados junto a la Universidad de Alcalá. Actualmente, Madrid cuenta con 27 estaciones de medición, vigilancia, predicción e información.

La nueva norma europea mejorará la medición al adaptarse al crecimiento demográfico y a la medición de contaminantes que antes no se exigían (partículas en suspensión inferiores a 2,5 micras), y supondrá un reequilibrio entre los distintos tipos de estación: tráfico (marcan los niveles de emisión cercanas a este foco productor de emisiones), urbanas de fondo (marca el nivel medio de exposición a la contaminación de los ciudadanos) y suburbanas (ubicadas en el exterior de la ciudad para medir, principalmente, el ozono).

Ruptura de la serie histórica

Junto a la ventajas, la nueva red también provocará problemas, como la ruptura de la serie histórica, que ya no permitirá comparar la evolución de la polución en la ciudad, al menos fácilmente, como reconoció el propio alcalde. Pero la principal crítica al nuevo modelo es que "antes la red estaba volcada al tráfico y ahora huye de él", en palabras del portavoz de Ecologistas en Acción, Paco Segura.

Si Madrid era antes una de las ciudades europeas con más estaciones de tráfico, ahora se reduce su presencia hasta el otro extremo en beneficio de las urbanas de fondo, aunque siempre dentro de los márgenes dictados por Europa: la relación entre ambos tipos no puede suponer ni más del doble ni menos de la mitad.

La nueva red contará con 24 estaciones: 12 urbanas de fondo, 9 de tráfico y 3 suburbanas que medirán el ozono troposférico. A estas habrá que sumar dos puntos de muestreo adicionales que indicarán el grado de exposición a las partículas en suspensión de diámetro inferior a 2,5 micras. Las 24 medirán los niveles de dióxido de nitrógeno (la directiva marca 7 como mínimo), 12 de partículas PM10 (Europa marca 10 como mínimo), 9 de partículas PM2,5 (10 mínimo), 14 de ozono (5 mínimo), 6 de benceno (6 mínimo), 10 de dióxido de azufre (3 mínimo) y 10 de monóxido de carbono (3 mínimo).

Restricciones al tráfico
Aunque el Ayuntamiento afirma que no hay ningún estudio que indique la diferencia que habrá entre los resultados de la antigua red y la nueva, al reducir las estaciones de tráfico es evidente que mejorarán los datos relativos a la calidad del aire en Madrid, aunque es difícil saber si lo suficiente para cumplir lo que dicta la directiva europea para 2010 en cuanto al óxido de nitrógeno (NO2). En caso de llegar a los objetivos europeos, el Ayuntamiento ha previsto restringir el tráfico en la zona de bajas emisiones (ZEB), aprobada este jueves.

Cuando el año pasado se anunció esta limitación a la circulación en el centro de Madrid para 2010, la delegada de Medio Ambiente, Ana Botella, señaló que serían los vehículos de más 10 años los que quedarían fuera de la zona blindada contra el dióxido de nitrogeno (NO2), el principal contaminante de la ciudad. Sin embargo, un estudio realizado por el Consistorio sugiere que las limitaciones podrían cambiar, ya que la mayoría de los vehículos que circulan por Madrid son de gasóleo y tienen menos de 10 años. Además, hay que señalar que producen considerablemente más NO2 que los de gasolina.

Sin peajes
El alcalde precisó que no ve con buenos ojos establecer peajes y prefiere no utilizar elementos recaudatorios como disuasión. Mientras, sí que se barajan opciones leves como restricciones parciales de tráfico excepto para residentes y la eliminación de la zona azul del Servicio de Estacionamiento Regulado o severas como cortes totales de tráfico. El primer edil explicó que, en principio, no serán necesarias medias tan severas.

La zona de bajas emisiones coincidirá con los núcleos de mayor congestión. Estará delimitada por el perímetro: Plaza de Castilla, Mateo Inurria, Pío XII, Príncipe de Vergara, Francisco Silvela, Doctor Esquerdo, Méndez Álvaro, Bustamante, Ferrocarril, Embajadores, Ronda de Toledo, Gran Vía de San Francisco, Bailén, Cuesta de San Vicente, Plaza de España, Princesa, Alberto Aguilera, Blasco de Garay, Cea Bermúdez y Bravo Murillo.

Modificaciones del SER

También se añadirá al SER la variable medioambiental a la de movilidad que ya poseía. Se ha establecido una reforma de las ordenanzas fiscales para 2010 para que los vehículos que no sean de combustión interna (eléctricos y de pila de combustible) que lo soliciten estén exentos del pago. Para ello, podrán adquirir una tarjeta que les eximirá de pagar parquímetros. Para ello, se está estudiando el cambio tecnológico necesario para que se pueda llevar a cabo la medida. También se baraja la articulación de otras bonificaciones en el ámbito SER a los vehículos con tecnologías menos contaminantes dentro de los límites normativos fijados por el Estado sobre tasas y precios públicos. Otra ayuda a los vehículos eléctricos es la que se pretende realizar a través del Plan Movele que facilitará puntos de recarga, en la que participa el Consistorio.

Por último, el Ayuntamiento negociará con el sector del taxi de cara a la nueva ordenanza para el sector que, entre los requisitos técnicos para la homologación de los vehículos, se incluyan límites de emisión tanto de CO2 como de óxidos de nitrógeno. Y es que la flota de taxis madrileños son el 2 por ciento pero representan el 13,6 por ciento de la movilidad total de la ciudad, lo que multiplica su poder contaminante si no se toman medidas. Por su parte, la Empresa Municipal de Transportes ya posee más de un 50 por ciento de autobuses que funcionan con energías limpias y tiene el compromiso de que en 2011 toda la flota cumpla los requisitos que marca la Unión Europea.

El regidor explicó que Madrid cumple con las obligaciones de la legislación española y europea en materia de calidad del aire, incluidas las de información a la población sobre los niveles de contaminación. Indicó que estos son similares e incluso inferiores a los de otras ciudades. Asegura que desde 2004 se han reducido los niveles de dióxido de nitrógeno y partículas en suspensión en un 8 y un 20 por ciento, respectivamente. Se han invertido 30 millones de euros en la sustitución de calderas de carbón en el sector residencial. Se han reducido un 50 por ciento las emisiones en la gestión de vertederos de Valdemingómez. Y se han introducido iniciativas de transporte como el uso de energías alternativas en el transporte público y la ampliación del Metro.

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