Sebastián Piñera llamó a la unidad de los chilenos y se comprometió a hacer de su país el mejor del mundo

Alrededor de las 8 p.m. en Santiago de Chile, a dos horas de conocerse formalmente los resultados electorales, el senador oficialista Eduardo Frei, junto a su esposa Martita Larraechea de Frei y las hijas y nietos de ambos, visitó al presidente electo de Chile, Sebastián Piñera. Este, también acompañado de Cecilia Morel, hijos y nietos, precisó que para tener un buen país no solo se necesita un buen gobierno, sino también una buena oposición. El vencedor en la segunda vuelta electoral aseguró que en Frei tendrá una oposición leal y constructiva, que fiscalizará su gobierno con rigor, pero con un ánimo constructivo.

Antes de ello, el ex presidente Frei resaltó que este nuevo gobierno abre nuevas expectivas y esperanzas para los chilenos: “Estaremos en una posición constructiva -sigo siendo senador- y esperamos que le vaya muy bien al presidente porque así la va muy bien a Chile”.

Luego de su encuentro con Frei, Piñera se dirigió a sus partidarios en Plaza Italia. Ahí, volvió a prometer al pueblo chileno un gobierno de unidad y entre los principales desafíos de su gestión listó la lucha contra la pobreza, la delincuencia, el narcotráfico y por una mejor educación. Su meta, dijo el millonario empresario, será superar el subdesarrollo con vocación por los más pobres: “Nuestro país no es el más grande ni el más rico ni el más poderoso del mundo. Pero debemos empeñarnos en ser el mejor país del mundo”.