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¿Qué necesita el líder?

¿Qué necesita el líder?

martes 26 de enero de 2010, 18:47h

Su riesgo es que el país se deteriora y la oposición podría fortalecerse pese a sí misma

No han sido fáciles estos días para el Presidente. Su popularidad se ha resentido, llegando al mismo nivel que tenía después de su derrota en el referéndum constitucional.

Pese a este descenso, mi esposa reaccionó como es usual: "¿cómo puede seguir tan alto?".

Sigue alto porque viene del techo, pero eso no es suficiente para él. Para un líder verdaderamente democrático, cuya gobernabilidad esté basada en la institucionalidad, ese nivel de popularidad sería estelar, pero en el caso de Chávez el tema es distinto. Mientras los demás sólo necesitan soporte para llegar al fin de sus períodos, Chávez cree que su gobierno apenas comienza, dado que su objetivo es la perpetuidad. Requiere popularidad para mantener su "democracia procedimental", mientras expropia los derechos de los ciudadanos, la división de poderes y la alternancia bajo la excusa de ser El Elegido.

El problema es que esto es estable sólo si su popularidad supera el 50%. Si esa condición cambia, el juego tomaría un rumbo frágil. En eso es precisamente donde estamos ahora con la contracción de consumo, pérdida de capacidad adquisitiva, bancos intervenidos, devaluación, expropiaciones y racionamiento eléctrico. Esto no significa que Chávez esté boqueando, pero sí está lejos de su zona de confort.

Dado que en este momento no controla la mayoría absoluta de las "acciones de esta empresa" y que la tendencia de los próximos meses no pinta bien, la permanencia de su control puede venir por tres vías: 1) recuperar su conexión popular, 2) aprovechar la debilidad de su adversario o, 3) cambiar el modelo de permanencia, expropiando el poder por la vía militar y represiva.

Con respecto a esta última opción, no podemos decir que Chávez sería incapaz de hacer en el futuro lo que intentó hacer en el pasado, pero sí sabemos que mientras pueda sostenerse en la frontera de la democracia aparente, lo preferirá. Cambiar de modelo representa riesgos mayores para él, pues ordenar al sector militar que reprima al pueblo, aumenta las posibilidades de fracturas y pugnas internas que quizás arriesguen su gobernabilidad. Chávez intentará evitarlo, pero su posibilidad de re-enamorar a las masas mediante el adelanto de campaña, aumento del dinero en la calle, control de la comunicación de masas y uso sesgado de la institucionalidad oficial (opción 1) sigue siendo limitada por eventos fuera de su alcance tales como la incapacidad operativa de su equipo, los racionamientos de luz y la absoluta desconfianza de los inversionistas. Es por eso que Chávez se prepara para un escenario peor de popularidad y su esperanza (opción 2) se basa en que la oposición no pueda articularse, ya sea debido a sus divisiones internas o por el desgaste ocurrido en la pelea por lograrlo. Algunos piensan que la articulación opositora ocurrirá alrededor del rechazo natural a Chávez, haya o no unidad o líderes. Sin embargo, el espectáculo de peleas y zancadillas, si ocurrieran, para entrar en las listas, aunado a alguna estrategia tipo Arias Cárdenas para estimular la división, podría ser tan dañina que promueva la abstención de los independientes, confiriéndole con esto a Chávez una ventaja circunstancial.

Su riesgo es que el país está deteriorándose y la oposición podría fortalecerse... incluso, a pesar de ella misma. El campo es fértil para que alguien "corone", pero eso sólo pasará cuando entienda que la diferencia entre Chávez y los líderes alternativos, por encima de la plata y el poder, es que él teme sólo a las masas, mientras los otros temen a las elites, de las que dependen económica y mediáticamente y aunque algunos son muy inteligentes y educados, no suelen ser muy avispados para entender las necesidades de las masas.

¿Qué necesita un líder para surgir? No tan simple, pero lo resumo en: ¡Pelotas!

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