El reciente debate económico celebrado el miércoles en el Congreso de los Diputados ha dejado muy claro que el alejamiento de Rodríguez Zapatero con IU y ERC es cada día más patente y que ahora los dos grupos nacionalistas, CiU y el PNV – pese a sus ‘desplantes’ tras haber perdido el Gobierno en Euskadi- son sus ‘socios’ preferentes en el Parlamento.
Prueba de ello es que los días previos al importante pleno que enfrentó a Zapatero con Rajoy, el presidente del Gobierno no sólo llamó por teléfono a Duran i Lleida, portavoz de CiU; si no también a Josu Erkoreka, portavoz del PNV, según ha podido saber este diario de fuentes cercanas al dirigente peneuvista.
A ambos les advirtió de que iba a ofrecer un Pacto a todos los grupos basado en cuatro puntos principales y de la creación de la Comisión negociadora, que tanto ha dado que hablar por la exclusión de ella de la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y de Celetino Corbacho, el titular de Trabajo. Fueron sus únicas llamadas.
Zapatero no descolgó el telefono, como hacia antes, para conversar ni con el republicano Joan Ridao ni con el líder de IU, Gaspar Llamazares. Con éste último ha perdido la fluida interlocución que tenía antaño, según nos confirman sus más cercanos colaboradores. La última vez que el presidente conversó con Llamazares para cambiar impresiones sobre un debate, fue a finales de 2006, según estas fuentes.
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