Es sabido que las crisis agudizan el ingenio. Y también que animan a beber más. Debe de ser por ello que la cuenta de resultados de Larios del 2009 fue más que buena porque la fiesta que organizó (como cada año) anoche en Madrid para dar a conocer su calendario fue de las que luego se habla el resto del año.
Deben de estar estrujándose las ideas los relaciones públicas de los lugares más emblemáticos de Madrid como el Ritz o Palace porque los modernos (y Larios lo es, o más bien su agencia de comunicación, Globally) prefieren otros sitios para festejar a sus clientes. Los de toda la vida se han quedado para celebraciones más rancias dónde se visualizan mejor a las canaperas de toda la vida, a las que tienen solera, a las que añoran a Blas Piñar, las de los dientes manchados con carmín de tonos ocres. Los modernos, ya digo, quieren cosas más nuevas, más atrevidas. ¿Quieren saber dónde se hizo la fiesta ayer? Pues es un parking. Sí, como lo leen. Ahora se llama multiespacio. Lo que antes era un lugar para aparcar coches ahora es un sitio que se acondiciona para lo que el cliente quiera. Así, el photcall estaba situado dónde antes había cabinas para abonar y la fiesta se desarrollaba en el parking -1 y en el parking -2. En las rampas de acceso todavía se conservan las flechas que indican el sentido de subida y bajada.
Como cualquier fiesta que se precie, había, of course, los lugares VIP. Es curioso como el ser humano lleva hasta lo más nimio la necesidad de marcar los límites y diferenciar a las personas: tú eres VIP, tú no. Lo bueno de las zonas VIP es que ya sabes de antemano que ahí no vas a encontrar nada que no conozcas ya. En una de las de ayer estaba parte de la Sevillian Rat Pack, ya saben Rosauro Varo ( atención candidatas, sin novia) y Álvaro Muñoz Escassi. Al lado de Escassi estaba Arantxa de Benito (los han pillado morreándose con cámara oculta). Hasta el momento que estuve ni se miraron. También es cierto que servidora se fue como Cenicienta, a esa hora en la que las ganas todavía no están lo suficientemente empapadas (de Larios). Merodeaba por allí también Gigi Sarasola, al que una condición genética le impide abrazar a chicas que no sean flacas, monas, rubias, altas y mayores de treinta.
En el mismo espacio VIP se encontraba Marisa Jara acompañada de su desharrapado marido (es tendencia, creador, Javier Hidalgo). Muy cerca de ellos, Guti. El futbolista también va con tendencia. A saber; smoking rosa fuccsia (lo lleva Ken cuando se separa de Barbie y se hace gay) y puesto del revés (al menos a mí me lo pareció). Y cuidadito con las críticas, que el nene iría hecho un primor pero las tendencias son las tendencias. Para no faltar a al verdad también diré que allí estaban los que son majos porque sí y además no llevan tendencias. Ejemplos, muchos; José Miguel Fernández-Satrón (qué grande eres, hombre, qué grande), la dulce y bella Mónica Martín-Luque. El entrañable Fernando Tejero (un poquito de por favor) contándome las andazas de su perro, el buena gente Pepón Nieto... es curioso qué buen maridaje hacen los del cine con los pijos/portadores de tendencias y famosos por familia...En realidad desde las juergas entre nobles y toreros, cantaroes y gitanos, tampoco han cambiado tanto las cosas.
Como estamos en Cibeles, por supuesto lo que más abundaba por allí era modelos y los Fashion Men a los que ayer les hice referencia. Piernas largas, largas, subidos a tacones altos, altos. Ellas, divinas. Ellos, también. Con una particularidad; como su ego no está suficientemente satisfecho caminan con la barbilla apuntando el techo con la siguiente consecuencia: tropiezan con todo el mundo. Ayer había mucha fauna de esta que les señalo digna de ver. Por cierto que ya desde la pasada edición ellas llevan el pelo tipo los estropajos antiguos que se usaban antes cuando se te pegaba el arroz en la olla. Tendré que preguntarle a mi amiga Fiona Ferrer Leoni si es que esto es tendencia porque no me entero. Ellos, en su afán por ser cada día más femeninos llevan bolso y algunos hasta tacones. Dentro de poco van a llevar hasta tampax. Al tiempo.
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Calculo que unas quinientas personas abarrotaron el parking (por cierto, en San Bernardo, 1). Imagino que hoy habrá mucho dolor de cabeza y mucha resaca pero seguro que a más de uno/a le habrá merecido la pena. Yo me fui a casa a darme un buen estudio de las tendencias.
Of course, como el año pasado, sólo se podía beber Gin Larios en todas sus variedades. Felicidades a Globally por manejar también a tanto gentío tan egocéntrico y que le salga, además, bien
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