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El profesor boliviano más famoso

Muere Jaime Escalante

Muere Jaime Escalante

miércoles 31 de marzo de 2010, 12:53h

A las 18.15 de ayer, el corazón de Jaime Escalante (79) dejó de latir. Perdió así, el famoso maestro boliviano, una dura batalla contra un cáncer de vejiga que melló su fortaleza como no pudieron hacerlo cientos de estudiantes rebeldes a los que sacó adelante en Estados Unidos con un original método de enseñanza que le valió la fama internacional.

“Su hijo mayor, Jaimito, nos avisó a eso de las 06.30… todavía no podemos creerlo, porque hasta el viernes sabíamos que estaba mejorando”, contó anoche Eliana Carrasco, su cuñada. Un paro cardiaco segó la vida del reconocido profesor paceño en su casa de Roseville, en el área metropolitana de Los Ángeles (California), donde se encontraba desde mediados de 2009 recibiendo atención especializada.

Jaime Escalante nació en La Paz en 1930, estudió en el magisterio paceño en los años 50 y dio clases de matemática en el colegio San Calixto antes de emigrar en 1964 a Puerto Rico —donde tomó cursos de especialización— y luego a Estados Unidos. Entre 1974 y 1991 fue maestro de la secundaria Garfield de Los Ángeles, conocida por albergar a estudiantes con problemas de drogas y delincuencia.

Con un original método de enseñanza basado en el humor y la confianza hacia el alumno, Escalante logró sacar adelante varias generaciones de jóvenes, y que le valió tanta fama y reconocimiento que inspiró la película Con ganas de triunfar, que en 1988 protagonizó el actor Edward James Olmos.

Tras retirarse de la docencia, el maestro y su mujer, Fabiola, se pasaron la década de los 90 entre Bolivia —donde viven sus cuatro hermanos, Olimpia, Bertha, José y Raúl— y el país del norte, donde nacieron y se criaron sus dos hijos, Jaime y Fernando, quienes les dieron seis nietos. Finalmente, hace 12 años, radicó en Cochabamba, desde donde no dejó de crear y perfeccionar proyectos pedagógicos, que pocas veces hallaron eco en las autoridades educativas.

Carrasco, esposa de su hermano menor, Raúl, dice que “él pudo quedarse tranquilo en Estados Unidos, pero siempre le movía volver a su tierra, e incluso, hasta poco antes de enfermarse, quería traer a sus hijos y nietos”.

El 27 de mayo del año pasado, mientras la familia festejaba el Día de la Madre, se confirmó la dura noticia: Jaime padecía de cáncer. A las pocas semanas, tras un par de sesiones de quimioterapia, partió a Los Ángeles en busca de una cura. “Se fue optimista —dice su cuñada—, pensando en regresar en un par de meses… quién hubiera imaginado que ya no volvería más”.

“En los últimos meses —agrega—, el cáncer le había tomado los pulmones y ya estaba desahuciado, por lo que incluso dejó la radioterapia. Pero unos médicos le estaban aplicando un tratamiento homeopático que parecía funcionar, porque hasta volvió a hablar y comer bien”.

Cuando se difundió la noticia de su padecimiento en febrero, varias personalidades estadounidenses, como James Olmos y Arnold Schwarzeneger iniciaron una campaña en busca de fondos para costear su atención, y en pocas semanas recaudaron más de 30.000 dólares.

En el país, no obstante, los trámites para brindarle ayuda y reconocimiento se dilataron irremediablemente. Recién ayer, poco antes de conocerse su fallecimiento, el viceministro de Educación Regular, Iván Villa, anunció para el 7 de abril un festival musical en busca de fondos para el maestro.

Más allá de este acto, la Asamblea Legislativa alistaba un reconocimiento que tampoco pudo cristalizarse. En declaraciones a ANF, el senador Gerald Ortiz (PPB-CN) lamentó “la indiferencia del Gobierno, que demoró la aprobación de la concesión de la Bandera de Oro, porque sus parlamentarios prefirieron acelerar la Ley Anticorrupción.

El diputado orureño Franz Choque (MAS), que en febrero propuso a la Cancillería que se confiera el Cóndor de Los Andes a Escalante, lamentó también que las autoridades dieran prioridad a otros temas antes que “hacer un acto de justicia al más grande embajador de la educación boliviana”.

Eliana Carrasco aún no sabe el destino de los restos mortales del maestro. “Todos sus hermanos y parientes queremos que lo traigan a enterrar a Bolivia, incluso su mujer, Fabiola, se fue a Estados Unidos hace unas semanas a traerlo, pase lo que pase; pero la decisión final la tendrán sus hijos”.

Más allá de esta decisión, su amigo Edward James Olmos y sus antiguos alumnos de Garfield ya preparan un homenaje para las siguientes horas. “Era el maestro más célebre de la nación, y murió rodeado de sus hijos y nietos”, declaró el actor a la agencia Efe, y confirmó que la noche del lunes él lo llevó en su auto del hospital de Reno (Nevada), donde se trataba, hasta la casa de Roseville.

“Para mí, Jaime era un genio que jamás fue valorado como realmente valía”, opina su cuñada Eliana, quien lo recuerda como alguien “alegre, carismático y muy querido por todos sus sobrinos y nietos”. Así se aprecia a Escalante, en la interpretación de Olmos en Con ganas de triunfar, y así quedará plasmado su retrato para la posteridad.

La repatriación de los restos del maestro está en manos de sus hijos.

Más detalles

Jaime Escalante se hizo famoso en las décadas del 80 y 90 en EEUU, donde desarrolló un novedoso método de enseñanza.

En mayo del año pasado le detectaron un cáncer terminal de vejiga, y desde entonces luchó contra el mal al lado de sus hijos.

El Legislativo boliviano no alcanzó a brindarle un homenaje en vida, y el Gobierno dispuso un acto para el 7 de abril.

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