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Royal arremete con duras críticas a Sarkozy en el decisivo debate de las presidenciales

jueves 03 de mayo de 2007, 21:47h

 Los candidatos a la elección presidencial francesa, Nicolas Sarkozy y Ségolène Royal, mantuvieron en la noche del jueves en un duro debate en el que la candidata del Partido Socialista (PS) francés adoptó la estrategia del ataque, reprochando a Sarkozy su gestión a su paso por el Ministerio galo del Interior.

 

   "Hoy los franceses se preocupan por el aumento de la violencia" dijo la candidata socialista, señalando que "las agresiones han amentado desde 2002" cuando "usted habló de tolerancia cero" siendo ministro del Interior. A las afirmaciones de Royal, el candidato del partido gubernamental Unión por un Movimiento Popular (UMP) respondió que él se encontró con una situación de seguridad que "había explotado" tras el Gobierno socialista de Lionel Jospin y defendió su gestión al asegurar que en la actualidad hay en Francia "un millón menos de víctimas".

   "En materia de violencia, en cinco años de Gobierno de Jospin, la violencia y la delincuencia aumentaron un 18 por ciento", dijo Sarkozy, mientras que "en los cinco últimos años de mandato de Jacques Chirac, la delincuencia ha disminuido un 10 por ciento.

   Sarkozy respondió así a la primera polémica introducida por Royal en un debate cuyo vivo comienzo alteró el orden en el que iban a ser tratados los diferentes temas sobre los que tenían que hablar los candidatos.

   Cuando Sarkozy y Royal trataron las cuestiones socioeconómicas, las más importantes para los franceses según los estudios de opinión, se vivieron otros de los momentos más intensos del debate. Fue Sarkozy quien lanzó la primera pregunta de difícil respuesta a Royal. Sobre las 35 horas semanales en Francia, Sarkozy interrogó a Royal: "¿Usted quiere, como está previsto en el programa de los socialistas generalizar las 35 horas a todo el mundo?". Royal, quien reconoció que la medida aprobada por Jospin "había causado dificultades", respondió que ella entendía necesario el "discutir" hasta qué punto pueden ser "generalizadas" según en qué "ámbitos laborales".

   Sarkozy respondió a Royal: "quiero dar la libertad de elegir a los asalariados", "dejarles ganar más dinero si quieren trabajar más", proclamó Sarkozy tal y como indica su eslogan de campaña.

SÚMMUM DE LA INMORALIDAD PÚBLICA

   Cuando el debate llevó a los contrincantes a los temas relacionados con la familia y la educación, la candidata socialista, llevó hasta las últimas consecuencias el perfil ofensivo adoptado desde el primer momento  del encuentro.

   Royal llegó a acusar a Sarkozy de haber alcanzado "el súmmum de la inmoralidad pública" debido a que el candidato conservador planteó el derecho de las familias a hacer responsable al Estado de su eventual incapacidad de escolarizar a los hijos discapacitados. Royal dijo "estar escandalizada" con la propuesta de Sarkozy, a quién acusó de  "jugar con la discapacidad" de manera "escandalosa", porque, según la candidata, "fui yo quien siendo ministra de la Educación Escolar creó el plan 'Handiscol'" a través del cual "se pedía a todas las escuelas recibir a niños discapacitados".

   Sin embargo, "fue su Gobierno quien lo suprimió", dijo Royal, denunciando que "más de uno de cada dos niños discapacitados no tenga acceso a la escuela de la República".

   Ante la efervescencia del discurso de la aspirante, Sarkozy afirmó "no me señale con el índice" porque "para ser presidente hay que ser tranquilo" y "utilizar palabras que no hieran porque cuando se utilizan palabras que hieren, se divide al pueblo".

AGENDA INTERNACIONAL

   La agenda internacional de los candidatos presentó algunas diferencias, como la oposición de Sarkozy al nuevo referéndum sobre la Constitución Europea que plantea Royal. Sarkozy, quien desea un 'minitratado' que no se llamé constitución y que no se someta a referéndum, dejó clara su posición sobre Turquía "un país que se encuentra en Asia menor" y que, por tanto, no debe tener vocación de integración en la Unión Europea. Royal mostró un punto de vista más matizado pues aunque dijo que hoy por hoy Turquía no pertenece a la UE, "un proceso de integración está abierto".

   Los dos candidatos vincularon las cuestiones internacionales a la inmigración. Sarkozy, quién plantea la creación de un Ministerio de la Inmigración y de la Educación Nacional, abordó la temática insistiendo en su negativa a toda "regularización global", un método que, según recordó, fue aplicado por antiguos gobiernos socialistas y que atrae a más inmigrantes ilegales sobre el territorio del país que las aplica.

   Royal, por su parte, cuando mostró su punto de vista sobre la cuestión, defendió que la inmigración "debe ser limpiada de toda competición política". Aún así la aspirante del PS francés recordó los episodios acontecidos en las calles de París en los que fueron detenidos inmigrantes indocumentados a las puertas de los colegios en los que están escolarizados sus hijos o nietos.

   Aunque ambos aspirantes a la jefatura del Estado galo se pronunciaron contra las "regularizaciones masivas" y se manifestaron a favor de regularizar "caso por caso", Royal quiso dejar claro que "yo no iré a detener a abuelos delante de las escuelas" como ha hecho la policía gala recientemente.

RÁPIDO DEBATE SOBRE LAS INSTITUCIONES

   Las instituciones, uno de los temas que los candidatos tendrían que haber tratado nada más comenzar el debate, se abordó poco antes del final del encuentro. En este punto Sarkozy y Royal expusieron dos concepciones de Francia distintas.

   Mientras el primero defendió la "estabilidad" del sistema político actual, la segunda trató de presentar en poco tiempo uno de sus principales propuestas en materia de reorganización del Estado francés: la sexta República.

   De este modo mientras el candidato de la UMP se preguntó sobre el sentido de cambiar las instituciones francesas cuando hay una prueba "del dinamismo de las mismas" en el 85 por ciento de participación registrado en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, la candidata socialista presentó una refundación de la República francesa "en la sexta República".

   Sin embargo, Royal fue poco más allá de la explicación concerniente la necesidad de reforzar el papel del Parlamento en el régimen político francés, una idea que también fue defendida por Sarkozy.

   "Quiero un Estado imparcial en el que la imparcialidad de las instituciones esté garantizada", afirmó la aspirante socialista, sin dejar de evocar que su deseada reforma implica la "democracia social" -- en alusión a una nueva forma de entender el diálogo social entre sindicatos y empresas --, "una nueva descentralización del Estado" y un pilar inspirado en la "democracia participativa" que permitirá a los ciudadanos convocar un referéndum.

CONCLUSIONES

   Tras las propuestas sobre las instituciones francesas, ambos candidatos realizaron una última intervención en forma de conclusión. Sarkozy recordó en este momento que la "fatalidad" no forma parte de su vocabulario y que quiere "devolver a Francia todo" lo que le "ha dado", haciendo "los cambios en Francia que otros países han conseguido". "No hay razón para no tener el pleno empleo, no hay razón para no controlar la inmigración", mantuvo Sarkozy, asegurando querer ser el presidente "que resuelva la crisis moral francesa", una crisis que, según él es la "crisis del trabajo".

   Por su parte, Royal hizo su conclusión invitando a los franceses a votar con "audacia" por una mujer en la segunda vuelta de la elección presidencial, recordando que en el mundo hay otras mujeres en las más altas funciones del Estado, como Angela Merkel. "Soy una madre de familia con cuatro hijos" que quiere "reformar sin brutalizar y jamás dirigiré a unos franceses contra los otros", concluyó.

 

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