Belloch dice que la prevaricación es un delito que no se puede perdonar a un juez

En declaraciones a Antena 3, Belloch manifestó que la ley "obliga a actuar de un modo" y por ello no se puede "forzar la ley aunque sea por un objetivo positivo". Según el alcalde y ex ministro de Justicia e Interior, éste es concretamente "el supuesto de la primera de las imputaciones del juez Garzón". "La causa justa evidente es que los familiares puedan de verdad encontrar a sus padres y poderlos enterrar de una vez, que tienen todo el derecho del mundo", indicó.

Además, opinó que hay "un responsable principal" de que los familiares de las víctimas del franquismo no puedan enterrar a sus familiares y es "el legislador" que "no ha sabido crear un mecanismo claro, directo, rápido, ejecutivo y judicial para que la gente pueda de verdad excavar y honrar a sus muertos".

Dicho esto, manifestó que en este momento "lo sensato" sería respetar "la presunción de inocencia" de Garzón y del magistrado del Tribunal Supremo Luciano Varela, que instruye el caso. Así, recordó que Varela es amigo suyo y que lo reconoce "siempre" para que sus opiniones sean valoradas "desde la óptica de parcialidad entre comillas".

Preguntado sobre el plazo que dio Varela a Falange Española y de las JONS para que subsanara los errores formales del escrito de acusación que presentó contra Garzón, Belloch aclaró que Varela lo hizo "en garantía del propio imputado". Así, puntualizó "todos" tienen "derecho a opinar" pero que "lo que no se puede hacer es descalificar a la Sala Segunda" del Tribunal Supremo. "Me parece imprescindible dejarla tranquila", enfatizó.

'Caso Filesa'

En relación con una fotografía de la década de los noventa en la que aparecen manteniendo una conversación en el Congreso de los Diputados, Garzón, el propio Belloch y el también juez Ventura Pérez Mariño, el alcalde de Zaragoza declaró que esa imagen le recuerda a "una época" que no le gustaría "volver a vivir nunca y bajo ningún concepto". Belloch era ministro de Justicia e Interior cuando Garzón fue nombrado Delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas en 1993.

En éste sentido, explicó que el 'caso Filesa' fue "demoledor" para el Gobierno socialista de Felipe González, entre 1993 y 1996. "Todas las mañanas había un desastre real, no imaginario, un problema brutal", recalcó.

Además, dijo creer que en aquella conversación mientras "Ventura estaba anunciando que dimitía", Garzón estaba con "sus exigencias usuales que, más o menos, son conocidas". "Estaba harto de mis dos colegas jueces. Lo siento Ventura, que somos amigos. Creo recordar que esa escena corresponde a ese momento en que Ventura me dice 'me voy, no aguanto más' y yo le decía 'por eso mismo hay que quedarse'", apostilló. El magistrado Ventura Pérez Mariño fue elegido diputado socialista por Lugo en las elecciones de 1993.

Barómetro del CIS

Sobre las afirmaciones del PP que denuncian que el Barómetro de Abril dado a conocer ayer por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) está "cocinado", dijo que "en general los partidos cuando les va mal una encuesta dicen que está cocinada y cuando les va bien que es una prueba de la exactitud la física cuántica".

Además, dijo tener la impresión de que el PP "no es capaz" de "alejarse", de tomar ventaja al PSOE en las encuestas. "Cuando hay crisis real lo normal es que los gobiernos pierdan. Lo que no es tan normal es que no esté surgiendo una alternativa", apuntó.

Belloch, achacó además la popularidad en las encuestas del líder de CiU, Duran i Lleida, a es el "único" al que es "imposible verle insultando y descalificando a nadie" y a que "siempre está diciendo cosas de sentido común". "La gente estamos hasta el gorro de que constantemente unos descalifiquen a otros. Creo que falta un discurso a todos de moderación, de racionalidad, de sentido común, de rigor", enfatizó.

Mecanismos de flexibilización

En otro orden de cosas, opinó que la "responsabilidad" de crear un plan de ajuste del gasto público es del Gobierno central y que, a su juicio, "en la función pública lo fácil es congelación" y "complicado y más útil sería introducir mecanismos de flexibilización". De ésta manera, según Belloch, se podría cambiar de sitio a los funcionarios en función de las necesidades de cada momento" en los servicios públicos esenciales.

"Eso e incentivar la productividad, es decir, que cobre más el que más trabaja. Estos elementos son tan importantes como el primero para una salida que no cause perjuicio a los ciudadanos. Si no puedes enviar los funcionarios a los servicios públicos esenciales, al final, quien lo paga son los ciudadanos", argumentó.

Finalmente, sobre una posible pérdida de soberanía en favor de la Unión Europea, declaró que no le preocupa. "Más bien pienso que el problema es que la Unión Europea tiene pocas competencias. Si tienes la política monetaria y no tienes la posibilidad de dirigir la política económica en su conjunto se pueden producir desajustes como los que se están provocando", concluyó.

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