Sebastián y Aguirre deben dar explicaciones

Miguel Sebastián, candidato a la alcaldía de Madrid, debe de dar la cara y ofrecer a los madrileños muchas explicaciones tras las declaraciones de Manuel Conthe, ayer, en su relevo como presidente de la Comisión Nacional del Mercado de valores (CNMV).

Conthe 'tiró de la manta' y, aunque dijo lo que ya sabíamos --que Sebastián 'conspiró' contra el presidente del BBVA, Francisco González, como venganza porque éste le había despedido del Gabinete de Estudios del banco--, puesto en su boca y con todo lujo de detalles le pone al candidato en una difícil situación. Puede que no tenga que abandonar su candidatura municipal, como hoy exige algún editorial de periódico. Pero Madrid no merece tener ni de alcalde ni de edil en la oposición a un 'Rasputín' venido a menos, al que le ha sobrado osadía para pretender acabar con el presidente del segundo banco de España, nada menos, por una inquina personal, y al que le ha faltado inteligencia para que le saliera bien la 'jugada' (González sigue mandando, y con éxito, en el BBVA) y para que su deleznable intentona no trascendiera.

Otra que va de 'sobrada' es la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. Rara vez se muerde la lengua y, en presencia de no pocos testigos, cuando alguien comentó los carteles de publicidad electoral que ella y Ruiz Gallardón protagonizan en los autobuses urbanos, no se recató a la hora de decir --eso sí, con humor-- que el alcalde madrileño, de quien dependen estos autobuses, aparece en bastantes más vehículos que ella. Pura anécdota, como la desaparición de la estación de Simancas de los planos del Metro. Pero lo que tiene que explicar es por qué promete que prohibirá levantar edificios de más de cuatro plantas en toda la Comunidad, cuando aún no han terminado las obras de esos cuatro 'monstruos' que son las torres de la prolongación del Paseo de la Castellana.