Perspectiva negativa de Fitch a la fusión de Caja España y Duero, Banca Cívica mira a Estados Unidos, y Ávila y Segovia continúan mirándose al ombligo

Las cajas de Castilla y León siguen en estado de efervescencia. Unas para adelante, otras para atrás, otras para la izquierda, otras para la derecha. Mientras Caja Burgos va lanzada destacándose del pelotón, con José María Arribas como líder, Caja España sufre al comprobar que Fitch, una de las principales agencias de rating, le amarga las cosas al poner el suyo a largo plazo bajo perspectiva negativa tras su fusión con Caja Duero. O sea, que no es oro todo lo que reluce porque según Fitch “el proceso de fusión conlleva riesgos de integración ya que la entidad fusionada seguirá enfrentándose a retos significativos”.

             Banca Cívica, donde está integrada Caja de Burgos, hace las maletas para abrir mañana viernes oficina en Washington D.C. Sin complejos, en el corazón político de Estados Unidos. Esto le parece muy bien a Tomás Villanueva, el vicepresidente económico de la Junta de Castilla y León. Para Villanueva “es una buena estrategia para captar recursos financieros en el exterior”.

             Otras cajas, como las de Ávila y Segovia, se miran al ombligo y se mantienen pendientes de firmar el acuerdo de confidencialidad que permitiría iniciar el proceso de integración en el SIP de Caja Madrid.  
              En los medios políticos y económicos se siguen preguntando a dónde irá a parar Caja Círculo, la otra caja de Burgos.  

OPINIÓN: Cosas de la supercaja, por Aniano Gago