¿Para qué sirve la policía nacional en Cataluña?

Desde las altas instancias judiciales, siempre se dice que hay que contribuir a la sociedad a ir por el buen camino. Y que la didáctica opción se debe seguir incluso ante aquellos que ya se percibe que no la van a entender. Claro, como siempre, se busca la complicidad de la sociedad civil (y cívica) en asuntos que pueden complicarle la existencia a ésta.

Y si no, véase cómo, según a quien tengas delante, la acción puede reportar problemas. Por ejemplo, cuando el elemento es alguien incívico y antisocial que no va a atenerse a razones.

Así es cómo nos ha llegado la historia de alguien que ha recriminado el hecho de miccionar en una persiana a un garrulo inculto y ha estado a punto de pagar por ello en forma de agresión. Dado que cerca había una comisaría de la policía nacional, el agredido se ha dirigido allí pidiendo la detención de tan antisocial y execrable ser y la respuesta con la que se ha encontrado es que no abarcaba las competencias del estamento abordar el caso.

Aun ofreciendo la víctima del mismo soluciones que tampoco han sido contempladas, la cerrazón policial se ha resuelto con un -muy educado, y lógico, eso sí, dada la situación- "esto compete a los Mossos d'Esquadra, así que proteste usted ante ellos". "Oiga, sí, pero de lo que se trata es de identificar con premura a estos elementos antisociales, verdad? -partiendo de la base del tiempo que lleva telefonear a los cuerpos de seguridad catalanaes, que te respondan, y que se personen-... Si esperamos estos requisitos, ya estarán lejos, cometiendo nuevas fechorías por culpa de seguir los trámites".

Y, aún más, "a ver, y si yo, ahora, estuviera muerto?", ha insistido la víctima. "Oh, entonces, todo sería diferente", ha replicado el policía. En definitiva, la policía nacional no sirve para nada en Cataluña si no estás muerto -aunque, insistimos, no por falta de voluntad individual de sus agentes-. Entonces, qué hacen aquí?.