Zapatero fue uno de los oradores en la cena de trabajo ofrecida el sábado por el primer ministro canadiense,
Stephen Harper, a los líderes de las principales economías del mundo y de los países emergentes que se reúnen por cuarta vez desde que estalló la crisis para tratar de alcanzar un consenso sobre las medidas que hacen falta para recuperar la economía global.
Fuentes oficiales explicaron que el presidente aprovechó su intervención para defender las medidas de ajuste fiscal aprobadas por España y otros países europeos para reducir el déficit, sin que ello suponga dejar de lado el impulso de la recuperación, tal como plantean otros países
encabezados por Estados Unidos.
El secretario del Tesoro estadounidense,
Timothy Geithner, emplazó este sábado a los dirigentes del G-20 a impulsar más decididamente el crecimiento económico y criticó a Europa y a Japón por su dependencia de las exportaciones.
"Esta recuperación depende de un crecimiento muy fuerte en las economías emergentes y de una expansión sólida en Estados Unidos. El crecimiento comenzó más tarde en Europa y Japón y se prevé que sea más lenta y que siga siendo excesivamente dependiente de las exportaciones al resto del mundo", afirmó Geithner desde Toronto que en cambio, sí alabó el cambio de política monetaria llevado a cabo por China.
Ley de Cajas
La otra de las reformas a la que hizo mención Zapatero fue la del sistema financiero que aún se sigue negociando y que afectará a 39 de las 45 cajas de ahorros. Según los cálculos que hace Moncloa el recorte afectará a entre un 20 y un 25 por ciento de las oficinas y una reducción de plantilla del orden del 15 por ciento.
La intención del Ejecutivo es que la Ley de Cajas que todavía se está negociando y que está condicionada al pacto que alcancen el PSOE y el PP permita a las cajas ir a los mercados en busca de capital. Además se contempla por primera vez que los nuevos accionistas tengan derechos políticos.
La reforma laboral
Nuevamente el presidente aprovechó un foro internacional para explicar el alcance de la reforma laboral aprobada por su gobierno, haciendo especial énfasis en que busca reducir las altas tasas de temporalidad en las contrataciones y clarificar las circunstancias económicas que justifican nuevos despidos en tiempos de crisis.
Zapatero también mencionó las negociaciones sobre la reforma de las pensiones que el Gobierno considera necesaria para afrontar el escenario que prevén los demógrafos para dentro de cuarenta años. Si en la actualidad cada diez trabajadores en activo están pagando las pensiones de cinco jubilados, en el 2050 serán diez activos por cada nueve pensionistas.
Al margen de las sesiones de trabajo de este domingo, el presidente del Gobierno tendrá ocasión de mantener breves encuentros a solas con los líderes de Turquía, Malawi, India, Indonesia, Japón, Arabia Saudí y Rusia. Además aprovechará su estancia en Toronto para conversar nuevamente con el secretario general de la ONU,
Ban Ki Moon.
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