Las incesantes y fuertes lluvias de agosto se han convertido, en distintos países del mundo, en inundaciones, Desastres Naturales causantes de muertes, sufrimientos, y graves destrucciones de infraestructuras. Naciones Unidas y la mayoría de los 192 Estados que la componen no quieren o no pueden organizarse contra los Desastres Naturales. Lo dejan a la improvisación. ¡Piensan: a nosotros no nos va a ocurrir. Y si nos sucede, pediremos ayuda!
Lo que ocurre es que hasta los más amenazados por las etapas monzónicas, cuyos efectos dañinos sufren todos los años, no se organizan. Y suman los efectos de su improvisación y desorganización a los daños producidos por los Desastres Naturales, con lo cual las consecuencias, en Estados fallidos o con escaso desarrollo, son notoriamente negativas y se aprecian y crecen en progresión geométrica. Los eficaces 'gabinetes de crisis' brillan por su ausencia.
China, en los últimos días, ha tenido que soportar más de 700 víctimas mortales y permanecen desaparecidas 1.042, en el noroeste del país, según el último informe del gobierno. El domingo 8 de agosto, “la avalancha de lodo” ha anegado gran parte de la ciudad de ZHOUQU, situada en un valle aislado de la estepa del Tíbet. Abundante mano de obra del ejército: 5.000 soldados y 150 vehículos, han participado en el rescate.
En la India, el pasado viernes 6 de agosto, llovió copiosamente en la región de NAUDHAK, en la zona norte del país, y se registraron 174 muertes, la mayoría hindúes. De ellos 3 españoles. Pero es posible que el número aumente, según el embajador español en India Ion de la Riva, si no son escuchadas sus advertencias por los montañeros españoles que se resisten a .png)
retirarse de la zona turística de LAH, amenazada por próximos monzones. La llegada de nuevos montañeros tiene preocupado al embajador por ser posibles victimas.
Por último Pakistán, ha pedido ayuda urgente a la ONU. Las grandes inundaciones causadas por el monzón afectan a 15.000.000 de personas. Hay cinco grandes distritos afectados con daños severos. Han muerto ya 1.200 personas. El número millonario de personas afectadas y casas destruidas, 280.170, dan idea de la magnitud de la catástrofe. Según La Cruz Roja Internacional, “el país ha quedado fuera de control”. Comparativamente, la población afectada es mayor que la del tsunami del 26 de diciembre de 2004 en la costa del Pacífico, y del terremoto de Haití del 12 de enero de 2010.
Las prioridades establecidas han sido:
- Garantizar la alimentación de la población vulnerable: niños, mujeres y personas mayores. (Se han perdido cosechas y ganado)
- Acceso al Agua potable.
- Cubrir las necesidades más inmediatas.
La primera respuesta de ayuda a la ONU, el 9 de agosto de 2.010, ( que pidió 365 millones de euros para primeros auxilios), la dio Estados Unidos que va a gestionar 54 millones de euros. Ha enviado un buque de asalto anfibio con 19 helicópteros, que triplicaran en breve dada la utilidad de estos aparatos en las inundaciones.
Un obstáculo añadido al desastre natural es la actual situación política de Pakistán con los Afganos talibanes, que en unión de algunas organizaciones caritativas islámicas, han pedido a los damnificados que rechacen la ayuda ofrecida. La subida de los precios de los cereales, por parte de Rusia, tampoco facilita la llegada de ayuda alimentaria. La situación de Pakistán es extraordinariamente crítica.
El episodio del incendio ruso que ha llenado de humo y niebla a Moscú, se ha unido a la lista de desastres veraniegos, a la que se ha sumado el desastre del terremoto invernal de Haití, ejemplo de falta de continuidad en el esfuerzo, que después de 8 meses no progresa en la reconstrucción, que ha entrado en una etapa estacionaria. Se plantea quien efectúa el desescombro para poder iniciar la reconstrucción.
¿Servirán estos Desastres Naturales para hacer comprender a Naciones Unidas la necesidad urgente de dar prioridad a organizarse ante estos dañinos efectos actuales sobre la preocupación por el medio ambiente y el futuro de nuestros nietos?
¿O preferirán la inacción para tener una lista de daños de los Desastres Naturales que podamos conocerla con sus efectos desastrosos acumulados?
¿O preferirán conocer mi libro “Ecología. Más allá del cambio climático” y aceptar la propuesta y proclamar Naciones Unidas la “DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LA CONDUCTA HUMANA ANTE LA NATURALEZA” (de análoga trascendencia a la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948) para poder corregir tanta actuación política equivocada?
Fernando de Salas López
Ecologista y Periodista
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