En defensa de Griñán

Quizás les extrañe el título. Todos ustedes saben, y él el primero, que no es santo de mi devoción, que de los cuatro presidentes de la Junta que hasta ahora han ocupado el cargo (Escuredo, Borbolla, Chaves y Griñán) con este último es con el que peor he sintonizado. Y no precisamente por mi culpa. Pese a todo, pese a las críticas que pueda hacerle a su gestión y a su propia personalidad política, nunca se me ocurriría aludir a su familia para atacarle. Uno sigue manteniendo una norma que me ha guiado en los últimos treinta años de profesión y que considero básica a la hora de ejercerla, no ya en la información política, sino en cualquier tipo de comunicación de masas: respetar las instituciones y la vida privada de quienes las representan. Una cosa es criticar la utilización nepotista del poder (como ha ocurrido en el Caso Matsa) y otra muy distinta atacar y desacreditar a un político desenterrando antecedentes familiares. Por ello me resulta vomitiva una información aparecida hace unos días en un diario de ámbito nacional de caracter marcadamente conservador. En ella, con el pretexto de criticar la medida aprobada por el Ejecutivo andaluz de pagar 1.800 euros a las mujeres represaliadas por el franquismo, se aludía al pasado profesional del padre del presidente de la Junta. Torpe error. Clásico entre dictadores bananeros como Hugo Chávez. Gracietas soeces para algunos subnormales que se creen a pies juntillas todas las pamplinas que se publican en los medios de la cuerda con titulares manipulados. Uno más de ese mismo periódico que pretende desalojar al PSOE del poder utilizando los mismos métodos panfletarios que a veces han usado ciertos dirigentes socialistas en sus campañas electorales

Desde hace cierto tiempo andan pululando por algunos medios de comunicación españoles ciertos individuos que se arrogan para sí la representacion de una cierta derecha tramontana cada día mas en auge debido a la incompetencia, tanto del presidente del Gobierno, Jose Luis Rodriguez Zapatero, como del lider de la oposicion, Mariano Rajoy. Todos los conocemos. Son las estrellas mediáticas de algunas TDTs felinas, de gacetaillas escandalosas y de emisoras tridentinas, casi todas ella afortunadamente aun testimoniales. Y les aseguro que no hablo de oidas porque, incluso, por mor de los eres y las prejubiliaciones forzosas, me he visto casi obligado a trabajar para ellos durante un semestre. Afortunadamente me retiré a tiempo antes de que contaminaran mi conciencia con un veneno, sutil y asqueroso, que está aletargando a buen número de conciudadanos que suelen degustarlo con el ansia y la avidez que el náufrago ideologico beberáa del agua salvadora. Nadie me puede echar en cara que, tanto en los mas de treinta años que he trabajado en ABC, como en el tiempo que llevo dedicado al periodismo digital en Andalucia Critica, no haya sido combativo con un poder, el del PSOE, que lleva marcando durante demasiados años la política andaluza. Borbolla y Chaves pueden dar fe de ello. Pues bien, lo seguiré siendo pese a quien le pese, seguiré informando y opinando pero nunca, nunca, me someteré a los dictados de unos cantamañanas que se toman el periodismo por el pito de un sereno y no saben distinguir entre la verdad y la demagogia mas soez y bajuna.

Por todo ello tiendo mi mano, sin que sirva de precedente, al presidente de la Junta de Andalucia, Jose Antonio Griñán. Considero inadmisible el libelo publicado que aunque no recoge mentira alguna si entra dentro del decálogo de la manipulación y el sectarismo más soez, y le ofrezco mi incondicional y puntual apoyo en este caso concreto. Porque hay demasiados argumentos para desacreditar a un Gobierno que tiene el record europeo del paro, como para tener que echar mano de la basura de una memoria historica que deberia ser solo eso, pura y mera historia. Para todos..