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¿Arrasarán los republicanos en noviembre?

¿Arrasarán los republicanos en noviembre?

jueves 14 de octubre de 2010, 18:04h

Ante una baja participación, el activismo del "Tea Party" resultaría decisivo

El próximo 2 de noviembre tendrán lugar las elecciones legislativas en EEUU, aunque también estarán en juego algunas gobernaciones. Para pasar a controlar el Congreso los republicanos tendrían que obtener 39 curules en la Cámara de Representantes y 10 en el Senado. ¿Lo lograrán?

En 1994 los republicanos capturaron al Congreso con un tsunami electoral. Desde entonces, sin embargo, las ganancias obtenidas por uno u otro bando en las elecciones legislativas de mitad de período han resultado meramente incrementales. No obstante, la llamada "brecha de entusiasmo" entre votantes de ambos partidos, apunta mayoritariamente hacia los republicanos. Ello no deriva tanto de una crisis del partido Demócrata, sino de un activismo poco común para unas elecciones de mitad de período por parte de la contraparte. Para algunos, esto plantea la posibilidad de una repetición de lo ocurrido en 1994.

Parte fundamental de ese "entusiasmo" proviene, sin embargo, de la energía introducida en esta campaña por el denominado "Tea Party" (nombre que alude a la partida de colonos norteamericanos que, en rechazo al impuesto al té introducido por los ingleses, echó al agua los cargamentos de este producto en el puerto de Boston, constituyéndose en la génesis del proceso de independencia). Al asumir esta denominación, los integrantes del movimiento plantean su triple antipatía a impuestos, elevado gasto fiscal y gobierno fuerte. Por extensión, el movimiento se ha transformado en espacio de acogida para un extremismo conservador caracterizado por una potente carga de frustración y de furia antisistema.

El problema confrontado por los republicanos es que el empuje del "Tea Party" puede actuar como un importante factor de desestímulo para los independientes y para los sectores más moderados del partido. Ello en adición a inducir a votar a muchos desmotivados demócratas. Habiendo ganado con su entusiasmo las primarias para los candidatos al Senado en Nevada, Colorado, Utah, Alaska, Kentucky, Delaware y Florida, así como las de la gobernación de Nueva York y de muchos puestos en la Cámara de Representantes, el "Tea Party" podría hacerle perder buena parte de esos espacios al partido Republicano, en noviembre.

Bien podría llegar a configurarse una situación parecida a la ocurrida con Goldwater en 1964. Su rebelión contra el "establishment" republicano le hizo perder al partido la elección de ese año, pero sentó las bases para el conservatismo duro que en lo sucesivo pasaría a dominar a éste. Este nuevo empuje hacia una derecha más extrema podría hacerle desperdiciar a los republicanos la ventana de oportunidad brindada por la actual crisis de desempleo, pero redefiniría la identidad del partido.

Todo dependerá de los niveles de participación electoral en noviembre. Ante una baja participación, el activismo del "Tea Party" resultaría decisivo. De lo contrario, el extremismo de este movimiento contribuiría a bajar el techo electoral de los republicanos, ampliando el potencial de los demócratas. No en balde Obama concentra su esfuerzo en movilizar a los liberales, un sector minoritario del espectro político pero con una tradición de entusiasmo capaz de equipararse al "Tea Party".

altohar@hotmail.com

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