La sesión de la tarde se inició con la intervención de
Mariano Rajoy, que subió a la tribuna para defender la enmienda a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), pero
Zapatero llegó tarde. El presidente no parecía tener prisa para escuchar al líder del PP ya que
Elena Salgado ocupaba ya su escaño, y que, en su calidad de vicepresidenta segunda y ministra de Economía, fue la encargada de presentar y defender por la mañana el proyecto de ley.
Rajoy no dijo nada que ya hubiera dicho en otros debates económicos anteriores, aunque en esta ocasión, nada más iniciar su intervención, se empleó a fondeo contra el PNV y Coalición Canaria por haber apoyado unos presupuestos que a su juicio dañan a las clases medias, no van a hacer crecer a nuestra economía ni van a solucionar las altas cifras de paro que sufre España, mucho menos en el País Vasco o en Canarias. Por ello preguntó a José Erkoreka y a Ana Oramas, los respectivos portavoces de ambos grupos parlamentarios, “¿tanto han recibido a cambio?”.
"Misterios rodeados de sombras"
A Erkoreka – que permaneció todo el tiempo en su escaño, muy sonriente, escuchándole-, le dijo que “sorprende comparar la energía con la que rechazaron la congelación de pensiones (en el decreto de reformas aprobado en el mes de mayo) y el afán con que hoy defienden la misma congelación de las mismas pensiones de los mismos pensionistas”. Luego afirmó que los términos del acuerdo del Gobierno con el PNV “son un misterio rodeado de sombras”. Y para rematar lanzó un misil en toda la regla contra el presidente por ningunear a Patxi López al opinar que “no deja de ser una paradoja que el actual lehendakari vasco pueda esperar hoy una mayor lealtad del PP que de su propio partido”.
Pero ahí no quedó la cosa, porque, a renglón seguido, sembró también la duda sobre otros pactos “ocultos” al señalar que “es un misterio que, en la negociación sobre los presupuestos, se utilicen como objeto de trueque materias que nada tienen que ver con el contenido de éstos. Supongo que nos lo explicarán algún día”, dijo en alusión velada a posibles acuerdos sobre la búsqueda de soluciones para lograr la “normalización y la paz” en Euskadi, lo que despertó murmullos de desaprobación en la bancada del PSOE.
El fracaso de la politica de Zapatero
Rajoy no ahorró críticas al proyecto y afirmó que “son la expresión numérica del rotundo fracaso de su política económica” , pero, sobre todo, “un hachazo a quienes ya no tienen con qué defenderse: los pensionistas”, acusando a la vez al PSOE y al Gobierno de haber roto el consenso alcanzado en el Pacto de Toledo.
También criticó los ‘engaños’ del Gobierno, como decir que el recorte de gastos es del 7,9%, cuando es “inferior al 2%”, y le reprochó que “las dos partidas de gasto más importantes son las referidas a las prestaciones por desempleo (30.140 millones de euros) y a los pagos de intereses por la deuda (27.400 millones de euros)”
El líder de la oposición acabó exigiendo a Zapatero que sea más osado y acometa las reformas verdaderamente necesarias tanto en el mercado laboral como en materia energética que nos ayuden a salir de la crisis y no piensen solo “en sobrevivir”.