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Presidente venezolano Hugo Chávez cumplió con sus amenazas de clausura

Protestas masivas por cierre de canal de TV en Caracas

Protestas masivas por cierre de canal de TV en Caracas

lunes 28 de mayo de 2007, 01:59h
Manifestaciones masivas en contra e indignación en Venezuela por el anuncio del Presidente venezolano Hugo Chávez de cerrar el canal televisivo RCTV. También existe indignación en el resto del mundo, aunque el mandatario venezolano no dará marcha atrás.
Miles de personas se congregaron en Caracas frente al canal privado RCTV este domingo en la víspera del fin de sus transmisiones la medianoche  mientras el presidente venezolano Hugo Chávez hizo un llamado a la calma a la población. Un amplio dispositivo de seguridad fue montado por el gobierno en todo el país.

"Hago un llamado al país para que nadie caiga en provocaciones para que ningun grupo se preste a crear el caos", declaró Chávez vistiendo su habitual camisa roja, en un discurso pronunciado en Barquisimeto, 300 km al oeste de esta capital, haciendo uso por tercer día consecutivo de una cadena de radio y televisión.

Venezolanos de todos los sectores sociales y de todas las edades participaron en la gran concentración frente al canal, en el centro de la capital, para exigir el respeto a la libertad de expresión y oponerse al fin de RCTV.

La justicia venezolana asestó el tiro de gracia al canal opositor en la noche del viernes, al decidir que toda su infraestructura tecnológica pase a manos del gobierno para que el nuevo canal público, TVes, pueda utilizarla, para asegurar su alcance nacional y su calidad de emisión.

Chávez justificó esa medida "porque los dueños de la televisora privada tenían un plan para sabotear la señal del canal nuevo". El Tribunal Supremo asignó a la Fuerza Armada Nacional la custodia de esos equipos e infraestructuras.

Paralelamente, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) renovó su concesión el viernes a la principal competidora privada de RCTV, Venevisión, del magnate Gustavo Cisneros, que después del referendo que en 2004 confirmó a Chávez en la presidencia abandonó su actitud de confrontación.

RCTV y Venevisión concentran 71% de la publicidad de la televisión venezolana, la cual absorbe el 80% de toda la publicidad del país, según el gobierno. Frente a RCTV, artistas y periodistas arengaron a la muchedumbre que coreaba "no al cierre" y pidieron al presidente Hugo Chávez que rectificara la medida.

"Decidí no renovar la concesión, me correspondió a mí" como Jefe de Estado, subrayó. Cuestionó el "comportamiento específicamente de esa televisora privada, la actitud, el atropello permanente contra la moral pública (...), esa televisora se convirtió en una amenaza para el país, para los niños, para las niñas".

También fustigó al género de telenovelas, del cual RCTV fue pionero, al afirmar que "las telenovelas son como la (víbora) de cascabel. Eso es veneno puro, con una que otra excepción".

Programación de despedida

La cadena de radio y televisión de Chávez interrumpió nuevamente la señal de RCTV, que se defiende en el aire y este domingo tuvo una gran programación de despedida. Junto con el canal de noticias Globovisión, de alcance limitado, RCTV está librando una última pulseada mediática con el gobierno.

La sala constitucional del Tribunal Supremo de Justicia decidió que RCTV debe entregar al Estado en forma temporaria su infraestructura tecnológica, aunque conservará la propiedad de esos equipos.

El vicepresidente de asuntos jurídicos de RCTV, Oswaldo Quintana, dijo a la prensa que "pasaron de un cierre legal a una confiscación ilegal". "El gobierno no tiene la facultad técnica para montar el canal que ellos habían dicho y por eso nos están robando los equipos", argumentó.

Indicó que esa decisión del TSJ colocó a RCTV en "total indefensión" y añadió que la televisora demandó "al Estado venezolano por violar la libertad de expresión" ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). "La demanda ya ha sido interpuesta. Estamos esperando que el CIDH se pronuncie", precisó.

La Conatel anunció "la renovación de la concesión a cuatro de las cinco televisoras cuya licencia vence el próximo 27 de mayo". Además de Venevisión, beneficiaron de esta medida la estatal Venezolana de Televisión (VTV), portavoz del chavismo, y dos televisoras privadas regionales.

Asimismo, la Comisión de Telecomunicaciones renovó la concesión a cinco emisoras AM, que ya entregaron la documentación requerida, y solicitó más recaudos a otras 42.

Esta indignación, que no ha hecho mella en Chávez, se une a la que ha provocado a nivel internacional, en todo tipo de organismos, esta medida, inclusive con algunas manifestaciones ante embajadas.

OPINION: Dictadura mediática

Lo único que va quedando de democrático en la Venezuela de Hugo Chávez es su forma de llegar al poder. Lo cual es muy importante, es condición imprescindible y necesaria, pero no suficiente para que el régimen sea calificado íntegramente de tal manera: democrático. Porque la acumulación de poder en manos del presidente, cada día mayor y con mayores críticas -aunque tenga también el apoyo de su seguidores-, no es exactamente la mejor forma de ejercerlo de manera democrática.

Y si no bastaba con su control del Legislativo, Ejecutivo y gran parte del Judicial, ahora llega el turno a esa especie de golpe de Estado que es el cierre de un medio de prensa que no le gusta. Excusas y formalismos al margen, esa es la realidad: a Chávez, tan acostumbrado a que le bailen el agua y le rían sus gracias, le molesta muy especialmente que haya ejemplos como el canal televisivo RCTV, que no se somete a su dictadura de opinión y dice y emite lo que le parece libremente, siempre dentro de la ley y sin faltar el respeto de Chávez ni de nadie.

Pero al presidente le da igual. Como tampoco le importan nada las masivas manifestaciones en su país  -que pueden dar lugar a violencia y cosas peores- y la indignación en el exterior que ha producido este cierre que será efectivo en breves horas. Y lo malo es que con él, Chávez ha marcado el camino a seguir al resto de las concesiones radiofónicas, televisivas y periodísticas que no le sean favorables.

Vamos, un comportamiento similar al de los dictadores de toda la vida, que hace que Venezuela vaya perdiendo crédito, imagen y prestigio en casi todo el orbe planetario. A él le da igual, y aunque se echen en falta mayores medidas de presión de los organismos internacionales, es indudable que Venezuela camina raudo por el tobogán que conduce a los regímenes autocráticos. De momento, a nivel mediático es una auténtica dictadura.
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