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PUNTO DE VISTA

La importancia de tener un buen relato.

La importancia de tener un buen relato.

Habrimos nuestra sección "Punto de vista" con el artículo del joven politólogo murciano Alberto Mora Rodriguez. Desde Murcia Crítica del grupo Diario Crítico.com agradecemos la colaboración y animamos a cuantos quieran participar y opinar en nuestro espacio. Estamos abiertos a derecha e izquierda, de  arriba a  abajo. Murcia Crítica.

miércoles 03 de noviembre de 2010, 08:48h

En muchas ocasiones se escucha hablar a políticos y asesores de la importancia del relato. Pero, ¿Qué es eso del relato? Un relato es un cuento, generalmente muy planificado, de no más de una frase (incluso una sola palabra) con el que disponen los líderes para movilizar a sus target o públicos. Se trata de una construcción discursiva que diferencia a un líder del resto y que, en la mayoría de las ocasiones, suele disponer de un enemigo o antagonista. Así por ejemplo: continuidad/cambio; seguridad/terrorismo; protección social/destrucción Estado social; Capacidad de Gestión/despilfarro, son algunas dicotomías que suelen utilizar para generar adeptos.

La idea del relato se remonta hasta la época de Maquiavelo, aunque no cobraría especial importancia hasta la llegada del imperio Nazi, bajo la figura de Carl Schmitt, uno de los ideólogos alemanas que construyeron el mito de gobierno basado en el "Lebensraum" o espacio vital, y que consiguió incrustar en la mente de los seguidores nazis la idea de la superioridad alemana y la necesidad de expandir sus fronteras. Sin entrar en la esencia del mensaje, es un buen ejemplo para comprender la magnitud de la cuestión.

 

En cierto modo, la idea del relato consiste en la minimización y simplificación de la política hasta la máxima expresión. En la sociedad en la que nos movemos, los ciudadanos están sobreexpuestos a informaciones e impactos publicitarios. Se podría decir, que los ciudadanos están saturados de información y, es precisamente por esta cuestión por la que los expertos en comunicación política buscan un elemento diferenciador, sencillo, recordable, que cree marca y, sobre todo, que sea clara y fácilmente relacionable con el líder o partido al que representan. Y la tarea no resulta fácil: un buen relato requiere de una estrategia repleta de pseudo-acontecimientos minuciosamente elaborados para dotar a nuestro mensaje de coherencia y efectividad.

Los ejemplos de relatos exitosos son múltiples en política. Seguramente, al decir la palabra "seguridad nacional" a todos nos viene a la cabeza la figura de Uribe, Bush, Ahmadineyad…; o el de Lula al hablar de "protección social"; o la idea de "cambio" al hablar de Obama. Como podrán sospechar, todos ellos han llevado a cabo medidas referidas con el cliché con el que se les relaciona, pero no es de extrañar, que detrás de todo ello haya habido una planificación estratégica, comunicativa, previa.

En España, nuestros líderes también cuentan con estos recursos. Así, existe toda una serie de temáticas que se relacionan favorablemente para un Partido y peor para otro. De esta manera, para el PSOE le es más fácil que para el PP hablar de bienestar, seguridad social, pensiones, educación, cooperación al desarrollo, sanidad, etc. Por el contrario, al PP le es más favorable hablar de gestión económica, seguridad (en términos de defensa) e inmigración. Y todo ello probablemente por las acciones que hayan llevado a cabo durante sus respectivas gestiones gubernamentales, pero que han servido para forjar una idea buscada: la asociación entre temática y partido.

Sin embargo, en la actualidad, nuestros líderes políticos están teniendo serios problemas a la hora de contar con este tesoro tan preciado. Por ejemplo, Mariano Rajoy no ha sabido beber con excesiva intensidad de la herencia temática que dejó Aznar: exitosa gestión económica; pero tampoco es capaz de crear una marca propia. Probablemente, los acontecimientos que se han producido desde 2004 hasta hoy han dejado a este líder con pocos recursos a los que acceder: las dudas sobre su liderazgo, los enemigos internos, el fracaso de sus fichajes económicos, las supuestas tramas de corrupción en federaciones regionales, etc.

Zapatero, por su parte, también tiene un problema y no pequeño. El relato con el que consiguió revalidar su estancia en la Moncloa se construyó en base al avance social y de derechos que rodearon su primera legislatura. Sin embargo, la dudosa gestión económica de la actual coyuntura, unida a las duras reformas que está acometiendo, hacen tambalear su construcción discursiva de cara a los próximos comicios.

No obstante, tanto para uno como para otro, aún queda tiempo del partido para volver a levantar un fuerte relato. La política es un ir y venir de coyunturas, crisis y oportunidades, y el futuro cortoplacista español no está falto de ellas: la política internacional, la política antiterrorista, cuestiones relativas a la actividad económica, y la activación de algunas temáticas programáticas de movilización ideológica, serán con pocas dudas, lo que marcará la agenda electoral en los próximos meses. Pero no olvide, si usted se está planteando entrar en la batalla electoral, tener un buen relato es más importante que tener un buen programa de Gobierno.

 

Alberto Mora Rodríguez

Politólogo.

 

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