La consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, ha informado en Valladolid de las novedades que incorporará en los próximos meses la central de compras de la Junta, el sistema que permite adquirir los bienes y servicios que necesita la Administración a un precio más reducido. Tras una compleja tramitación, el catálogo de productos disponibles se ampliará con la incorporación de la limpieza y el suministro eléctrico en 2011, lo que permitirá ahorrar en torno al 10% anual.
Aprovechar las economías de escala para rebajar costes. Ése es el espíritu del sistema de adquisición centralizada, también conocido como central de compras. Su funcionamiento es sencillo. Consiste en contratar los bienes y servicios que necesita la Junta a partir de un catálogo donde sólo figuran los productos y empresas homologados, es decir, aquellos que han superado un laborioso proceso de selección.
La primera ventaja de este procedimiento es que agiliza la gestión administrativa, ya que evita convocar un concurso cada vez que hay que hacer una compra. En segundo lugar permite ahorrar costes, porque todo tiene un precio máximo que se puede negociar a la baja: así, cuantas más unidades se solicitan, más disminuye su importe. Su tercera virtud es que facilita el control del gasto. Y, por último, permite orientar las adquisiciones hacia productos eficientes y respetuosos con el medio ambiente.
El sistema de adquisición centralizada se emplea en la Junta de Castilla y León desde 1997, fecha en que el Ejecutivo regional se adhirió al amplio catálogo del Estado. Su uso es voluntario. Ofrece mobiliario general y específico, ordenadores, software, unidades de proceso informático, climatización, centrales telefónicas, vehículos industriales, turismos, sistemas audiovisuales y aparatos reprográficos, entre otros.
Al año siguiente, en 1998, el Gobierno autonómico reguló su propio servicio. Depende de la Consejería de Hacienda, que dirige Pilar del Olmo. A diferencia de lo que ocurre con el del Estado, su utilización es obligatoria para las consejerías, las delegaciones territoriales, los organismos autónomos y los entes públicos de derecho privado vinculados a la Junta. En la actualidad posibilita la compra de mobiliario de oficina y accesorios y tabiques mampara, así como la contratación de vigilancia y seguridad.
Esta lista se enriquecerá en 2011 con la incorporación de la limpieza y el suministro eléctrico. La importancia de este paso radica en que ambos aspectos generan una importante factura para las arcas autonómicas, que asciende a 55 millones de euros anuales en el primer caso (de los que el 80% corresponde a hospitales y centros de salud) y 33 millones en el segundo, fruto en su mayoría del funcionamiento de infraestructuras sanitarias y escolares. La contratación centralizada de ambos servicios rebajará estas cifras el 10%, de acuerdo con los cálculos de Hacienda.
En la misma línea, el departamento que tiene al frente a la consejera Pilar del Olmo tiene en estudio el acuerdo marco para el suministro de gas natural a los edificios públicos. El objetivo es el mismo: reducir el gasto, esta vez en calefacción.
Economizar en precio y horas de trabajo
Los datos confirman que la central de compras permite disminuir costes. De hecho, su utilización ha ahorrado a la Junta 12,2 millones de euros durante esta legislatura. De esa cantidad 8,6 millones se han economizado de manera directa, debido a que se han conseguido precios de compra más competitivos. A esta cifra hay que sumar otros 3,6 millones de euros de ahorro indirecto, puesto que la agilidad del procedimiento ha permitido destinar menos recursos administrativos a la tramitación de los expedientes.
Los ahorros más importantes se han producido en muebles y artículos procedentes del sistema estatal, y en menor medida en vigilancia, tabiques mampara y automóviles. Estos últimos han sido objeto de una atención especial por parte de la Consejería de Hacienda, que los declaró de adquisición centralizada en 2009 y además determinó que únicamente se podían elegir los modelos menos potentes y menos contaminantes.
Esto supone que cuando un departamento del Gobierno autonómico necesita un vehículo debe seleccionarlo del catálogo del Estado, puesto que es el único que los tiene homologados. A esta limitación se suma el hecho de que la orden de Hacienda restringe la potencia, determina las emisiones máximas de CO2, rechaza el cambio automático y favorece el uso del diesel, todo ello con el fin de evitar el consumo innecesario de combustible y contribuir a preservar en buen estado el medio ambiente.
Apuesta por la austeridad y la prudencia
El uso de instrumentos como la central de compras es una prueba más de la apuesta de la Junta por la austeridad. Esta contención tiene su reflejo, asimismo, en la caída de las adquisiciones realizadas por esta vía, que es especialmente llamativa en 2010 respecto al ejercicio anterior. El recorte supera el 64% en el caso del catálogo de la Junta, y el 51% en el del Estado. Ambos porcentajes son coherentes con la progresiva reducción del gasto corriente no social, que ha bajado el 25% en cuatro años.
Más facilidades para ayuntamientos y diputaciones
El sistema de adquisición centralizada de la Junta está a disposición de todas las administraciones locales y provinciales de la comunidad que quieran utilizarlo para economizar en sus compras. De hecho, ya lo emplean la Diputación de León y los ayuntamientos de Valladolid, Laguna de Duero (en la misma provincia), Herrera de Pisuerga (Palencia), Muelas del Pan (Zamora) y San Esteban de Gormaz (Soria).
Hasta ahora era preciso que las entidades interesadas en el servicio firmaran un convenio de adhesión con la Junta. La Consejería de Hacienda está estudiando sustituir este requisito por un acuerdo del órgano competente en la materia por ejemplo el pleno para facilitar su incorporación y de este modo incentivar su uso.