La locura del día

Juan Vicente Herrera dijo que iba a introducir en sus mítines una nueva sección a la que llamaría “la locura del día”, quizás influenciado, al elegir el nombre, por el grupo de psiquiatras que le rodean.   Locura es en ocasiones su agenda porque dicen que le gusta ejercer sus tareas de presidente por la mañana y las de candidato por la tarde. Locura también es la del portavoz que en sesión matutina ejerce su responsabilidad de Gobierno y en vespertina la de coordinador del programa electoral, y la de los vicepresidentes que día a día realizan su trabajo institucional.   Teniendo en cuenta que los máximos responsables del PP sacan tiempo para todas sus tareas ¿no es de locura que la mayor parte de los consejeros y altos cargos en general estén desaparecidos? Parece como si estos privilegiados de la Administración se han olvidado que son cargos públicos y deberían saber que algo de su tiempo y esfuerzo, aunque no fuese todo, debería ser dedicado a esa función. Y no sólo a conseguir ganar las elecciones del 22-M.   Una locura también es el comportamiento de algunos dirigentes provinciales del PP de Soria. Es vox populi que las autonómicas le importan poco al partido conservador de esta provincia (digan lo que digan tras el mitin de ayer de Herrera y las candidatas) porque son conscientes de que se van a ganar por goleada, pero que miembros cualificados del PP de la zona de El Burgo de Osma hablen de votar al Partido Popular en las municipales y al partido “que crean oportuno” en las autonómicas denota muy “mala baba” en esos militantes que no mencionan siquiera los nombres de sus candidatos regionales cuando hacen campaña.   El aparato popular soriano ha ido perdiendo altura política (si alguna vez la tuvo) con los días. Se están volviendo locos. Deberían hacérselo mirar y  medicarse.