Venezuela pagó a Nicaragua 22,2 millones de dólares por café

Estados Unidos pagó a Nicaragua 120,1 millones de dólares por 562.742,9 quintales, superando a Alemania y a Venezuela, cuyas compras de ese grano alcanzaron los 23,4 millones y 22,2 millones de dólares, respectivamente. El valor de las exportaciones de café de Nicaragua subió un 59% en los primeros siete meses de la cosecha 2010-2011, con relación al mismo período de la temporada anterior, informó una fuente gubernamental. Detrás de esos tres países se ubicaron, en este orden, Bélgica (19,3 millones de dólares), Canadá (14,9 millones de dólares) y Japón (12,2 millones de dólares), por delante de Italia, España, Finlandia, Suecia, Francia, Noruega y Reino Unido. En la cosecha cafetalera que comenzó en octubre de 2009 y terminó en septiembre de 2010, Nicaragua produjo 2,1 millones de quintales y exportó por valor de 320,6 millones de dólares, superior a los 242,4 millones de dólares del período anterior, para un incremento del 32,2 por ciento en el valor de las exportaciones. Las autoridades venezolanas concretaron en Noviembre de 2009 la nacionalización de las empresas Fama de América y Café Madrid, las cuales fueron ocupadas "temporalmente" el 3 de agosto del mismo año, bajo el argumento de que estaban ejerciendo un "monopolio" en la comercialización de este producto. A partir de ese momento, el Estado venezolano tuvo el poder exclusivo para comprar, procesar, distribuir y comercializar el café, al ser el responsable de la producción de 3.500 toneladas mensuales de café verde, de un total de 5.210 toneladas que se consumen en ese país. Esta política de expropiación, le ha permitido al Gobierno de Chávez adjudicarse las torrefactoras de la Corporación Venezolana Agraria. En el caso de Café Madrid, acordó la creación de una empresa mixta con los antiguos dueños, la compañía Marcelo y Rivero. El resto del mercado, compuesto por pequeñas y medianas plantas procesadoras de café en manos de privados, deben ajustarse a las normativas de adquisición de materia prima que imponga el Gobierno. Con estas medidas el Estado venezolano prometía que la producción nacional de café satisfaría la demanda local y evitaría el presunto acaparamiento que originó en primer lugar el desabastecimiento. Sin embargo, la cifra que destina Venezuela a la importación de este rubro a Nicaragua sólo podría fortalecer la tesis de que los problemas de producción internos persisten.