El entrenador del Liverpool, una semana después de haber perdido la final de la Champions contra el Milán, llamaba al ariete rojiblanco interesándose por su situación y proponiéndole formar parte de su nuevo proyecto.
La respuesta ya es por todos conocida. Mes y medio después Torres volaba camino a Liverpool, ciudad donde jugaría las próximas seis temporadas. Atrás dejaba Madrid, un equipo que le había visto crecer tanto personal como futbolísticamente y un puñado de almas atléticas rotas por su despedida.
En su primer día como 'red' Torres se presentaba a las 8 y media de la mañana para iniciar el entrenamiento con sus compañeros. Fue el primero en llegar a Melwood, allí no había nadie. Torres esperaba mientras empezaba a llegar el resto del equipo. Crouch, Carragher y el capitán Gerrad fueron de los primeros, saludaron al 'niño' con un apretón de manos y poco después apareció Reina que le dió un abrazo.
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Preguntado por The Times sobre su decisión de abandonar el Atlético, Fernando recordó los momentos posteriores a la derrota contra el Barcelona por 0-6 en el Calderón: "Veníamos de una de nuestras pequeñas victorias durante la temporada. Pensábamos que eso probaba que podíamos estar a un alto nivel si hacíamos las cosas bien. Pero todo era una ilusión y me di cuenta aquel día".
Así narraba Fernando Torres su decisión de dejar el Atlético. Ahora por delante le quedan seis años para demostrar todo lo que su fútbol puede dar de sí y quitarle la razón a aquellos que le veían como la eterna promesa.