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Tecnópolis y la industria argentina

Tecnópolis y la industria argentina

Uno de los efectos muy interesantes que se derivan de la decisión de llevar adelante Tecnópolis es la excitación que cruza horizontalmente a todo el sistema de ciencia y tecnología argentino, por el espacio enorme que se abre para mostrar, vincular, comunicar al conjunto de la sociedad. Una combinación de factores externos y de la predisposición de los investigadores llevó desde siempre a cierto aislamiento entre los laboratorios o plantas piloto y la ciudadanía. Tanto el ciudadano medio como incluso los funcionarios de gobierno o los emprendedores de todo tipo se han encontrado normalmente con barreras de comprensión, de objetivos, de métodos de análisis, que han convertido al conocimiento técnico en un componente difícil de admitir como móvil, como transferible, desde un generador o divulgador hacia un receptor que lo transforme en bienes o servicios útiles para la comunidad. Tecnópolis cubre una primera fase esencial. Le muestra a un espectro social amplísimo una diversidad de aplicaciones del conocimiento. La multiplicidad de objetos que apuntan a satisfacer necesidades, como la energía o el transporte, o simplemente a brindar esparcimiento, en una gama de formas que no tiene límites, consigue informar y sorprender al mismo tiempo, lo que anticipa para muchos una segunda ronda de información y análisis, que busque reducir el deslumbramiento y aumentar el saber. Las segunda y tercera fases son más complejas y la responsabilidad de planificarlas y ejecutarlas le corresponde al propio sistema de ciencia y técnica, más que a la unidad especial que se configuró para la exitosa muestra. Se trata, en primera instancia, de conceptualizar la relación entre los saberes disponibles en el país y la producción de los bienes o servicios que forman parte de la demanda social global. En una instancia ulterior se deberá tratar de identificar y transitar los caminos para que esos saberes sean efectivamente utilizados de manera sistemática, construyendo y consolidando un tejido productivo moderno, que es el que en definitiva asegura un empleo masivo y de calidad. Tecnópolis muestra en términos de divulgación básica el fascinante mundo del conocimiento. Hasta allí es un logro de gran magnitud. Enrique Martínez Presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial