www.diariocritico.com
Carta a mi madre

Carta a mi madre

 [email protected] ¿Cómo ha pasado el tiempo?, hace pocos días (16 de octubre) mi madre cumplió 86 años, muchas ideas pasaron por mi mente, que regalo darle, flores, una cena, reunión familiar, y se me ocurrió algo maravilloso hacer lo que me gusta y escribir una carta a mi madre, pero esta vez en forma pública para desnudar mis sentimientos de lo que siento y lo que más quiero en esta vida: a mi madre. Hoy te escribo esta sencilla y humilde carta, por tantas, pero tantas cosas... 
la principal porque te quiero, y además porque el 16 fue tu día, es bueno saber que existe ese día, realmente creo que cada hijo en este mundo tiene que estarle agradecido a su madre por cada cosa, quizás haya chicos y adultos que ya no la tengan; yo le doy gracias a Dios porque te tengo, y porque todavía puedo compartir cada minuto de mi vida contigo; por eso te escribo esto, para poder de alguna forma expresarte todo lo que siento: Gracias mamá por ese día en que me enseñaste a dar mi primer pasito, porque me diste la seguridad de tus brazos, que me sostuvieron siempre para que no me caiga. Gracias mamá porque junto a ti aprendí el significado de la palabra más hermosa, AMOR. Gracias mamá por cada velita que me ayudaste a apagar. Gracias mamá por pasar noches enteras orando y velando por mi cuando yo estaba en un problema o cuando estaba enfermo. Gracias mamá por compartir todas mis alegrías y por ayudarme en mis tristezas. Gracias mamá por escucharme, aconsejarme, por luchar por mi, por darme tu hermoso hombro para que pueda llorar en él, y compartir tus lágrimas para luego sonreír porque juntos habíamos encontrado la solución. Gracias mamá porque hiciste cumplir mi mayor deseo y quizás el sueño de mi vida, porque sufriste días y noches enteras en hacer lo mejor para que yo pueda ser feliz. Gracias mamá por demostrar al mundo que sola pudiste formarnos como buenos hijos, buenos ciudadanos y profesionales a tus cuatro hijos. Es tanto lo que tendría que escribir, que se acabaría la tinta. Pero sé que mis labios no podrían nunca dejar de decir todo lo que siento por ti, todo lo que tengo que agradecerte; ni tampoco mi corazón dejaría jamás de quererte, porque el día que eso suceda entonces dejaría de latir.