El acuerdo alcanzado la semana pasada en Estambul ha dado lugar al mayor intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania desde el estallido de la guerra.
Según los términos pactados, cada bando ha liberado a 270 soldados y 120 civiles, formando parte de un plan más amplio para liberar a un total de 2.000 personas cautivas.
Este canje representa el primer avance concreto en las negociaciones directas entre ambos países en más de 3 años.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, anunció que su país entregará formalmente su propuesta de memorándum para un tratado de paz una vez concluido este proceso de intercambio. Aunque ni durante la reunión en Turquía ni tras las llamadas telefónicas realizadas esta semana por el presidente estadounidense, Donald Trump, se logró acordar un alto el fuego, el propio Trump celebró públicamente el avance.
"Felicidades a ambas partes por esta negociación. ¿Podría esto llevar a algo mayor?", escribió en su red social Truth Social.
Primeras liberaciones
Las autoridades ucranianas convocaron a medios de comunicación en la región de Chernígov ante la posibilidad de recibir en directo a algunos de los prisioneros liberados. Una fuente militar confirmó que el proceso ya estaba en marcha. Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, anunció el retorno de sus compatriotas mediante un mensaje en su canal de Telegram: "Hoy, 390 personas. Esperamos que continúe el intercambio el sábado y el domingo".
El Ministerio de Defensa ruso informó que otras fases del intercambio se desarrollarán en los próximos días. Esto ocurrirá después de que Ucrania entregue a los civiles capturados por su Ejército en la región rusa de Kursk durante la incursión del verano anterior. Ambas partes han destacado la importancia de mantener este proceso como un paso hacia la reducción de tensiones.
Diferencias irreconciliables para el alto el fuego
A pesar del avance en el intercambio de prisioneros, las negociaciones sobre un posible alto el fuego siguen estancadas. Ucrania ha manifestado su disposición a implementar una pausa de 30 días de forma inmediata, pero Rusia rechaza esta propuesta. Moscú ha dejado claro que no detendrá sus ataques hasta que se cumplan ciertas exigencias consideradas "inaceptables" por Kiev, como la cesión de territorios adicionales, el desarme del país y su exclusión de alianzas militares como la OTAN.
Mientras tanto, Estados Unidos ha adoptado una postura ambivalente respecto al conflicto. Aunque Trump sugirió inicialmente endurecer las sanciones si Rusia bloqueaba el proceso de paz, su Administración decidió no tomar medidas inmediatas tras una conversación con el presidente ruso, Vladímir Putin. Según el secretario de Estado, Marco Rubio, la decisión busca evitar entorpecer el "proceso de negociación".
Sanciones europeas
En paralelo, la Unión Europea y Reino Unido anunciaron el martes un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, actuando de manera independiente y sin esperar el respaldo estadounidense. El 14º paquete de sanciones europeo incluye entidades e individuos acusados de difundir propaganda prorrusa, así como buques de la denominada "flota fantasma" del Kremlin, utilizados para eludir las restricciones internacionales.
En el frente bélico, los combates no muestran signos de disminuir. Rusia aseguró haber capturado la localidad de Rakivka, en la región ucraniana de Járkov, y lanzó un nuevo ataque con misiles contra infraestructuras portuarias en Odesa. Este bombardeo dejó un muerto y ocho heridos, según informó el gobernador local, Oleh Kiper.
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