Off the record

CARA Y CRUZ DE LA ACTIVIDAD: MANUEL JOVÉ Y JOAN CLOS

Si hubiera que acudir a la clásica dicotomía entre “fas” y “nefas”, en el momento actual del país no hay muchas dificultades para personalizarla. Jove y Clos. La extraordinaria habilidad inversora de Manuel Jove, el empresario coruñés que encontró para Fadesa una línea estratégica que le permitió interesar al inquieto Fernando Martín, se ha concretado en la compra del 5% del BBVA.

Jove fue el primero en descubrir el camino para que el sector inmobiliario español sortease la crisis: el exterior. Es tan acertado que prácticamente todas las grandes constructoras españoles han centrado ya sus estrategias en mercados exteriores.

Jove es ya el primer accionista de la entidad que preside Francisco González, el hombre que la Oficina Económica de La Moncloa quiere sacar del terreno de juego a cualquier coste. Francisco González y Manuel Pizarro son las dos “bestias negras” de Rodríguez Zapatero. Rajoy ha pensado aquello de “del enemigo, el consejo” y quiere tentar a Pizarro para la política.

El escenario “nefas” está ocupado por Joan Clos al frente de la cartera de Industria. Parecía imposible superar, al frente de ese Ministerio, la patética etapa del cordobés  Montilla, ahora presidente de uno de esos “gobiernos escoba” formados por raros compañeros de cama, pero Clos lo ha conseguido “cum laude”.

SUEÑO Y REALIDAD EN EL SECTOR AERONÁUTICO

Inasequible a la percepción de la realidad y los errores, Clos opta por sobrevolar la evidencia de que Alemania y Francia sencillamente “desconocen” a España en el proyecto aeroespacial europeo y ha lanzado todo un plan estratégico 2008-2016 para el sector aeronáutico español.

Anuncia Clos que España alcanzará el 10% de EADS mediante la entrada de capital privado, para a renglón seguido decir que lo importante no es el accionariado sino “asegurar las cuotas de fabricación de la industria nacional” en los programas de EADS y Airbús. Pero si esas cuotas ya están perdidas, como se verá muy pronto, a beneficio de Francia…

En línea con su jefe de filas, para tranquilizar al sector, Clos se ha apresurado a anunciar que el plan aeronáutico triplicará las ayudas. Solbes se desahoga con el sano ejercicio de la natación matinal en el majariego polideportivo Huerta Vieja y espera que el tiempo haga pasar el agobiante cáliz de los gastos electoralistas.

“EXPANSION” Y “NEGOCIO” LIDERAN LA INFORMACIÓN ECONÓMICA

Para los medios impresos, la verdad de la verdad es la llamada “venta en quioscos”. Los demás son enredos de marketing, muy respetables pero nada útiles para conocer la influencia social de los medios. Así que la realidad es que EXPANSIÓN domina el influyente segmento de la prensa económica, en tanto “La Gaceta de los Negocios”, que en diciembre de 1992 se alzó, bien es cierto que efímeramente, a la segunda posición, desciende a la cuarta, no sólo por detrás de “Cinco Días”, sino también del joven “El Economista”.  

Domina tanto el rotativo EXPANSIÓN que vende más que la suma de sus tres competidores de pago. Lo curioso es que, si vamos a la difusión total, EXPANSIÓN, con 51.615 ejemplares, está a punto de ser sobrepasado, si no lo ha sido ya, por el único gratuito del sector, el rotativo NEGOCIO, que daba más de 42.000 ejemplares en el anterior control.

Las primeras páginas son elocuentes y nos dicen que el interés o la desafección del público no es porque sí. Ayer mismo, EXPANSION abre con la fusión de Astroc con Aisa, y NEGOCIO, con el éxito del proyecto Afianza de la CECA. Temas de gran importancia en la economía real.

“EL ECONOMISTA” SE ABRE UN ESPACIO

Al mismo tiempo, “El Economista” abre con el apagón eléctrico de Barcelona, “Cinco Días” con el ya sobado tema de la compra del 5% del BBVA por Jove –no hay que darle tantas vueltas, puro y duro buen sentido del gallego en sus inversiones personales–, y aunque parezca mentira, “La Gaceta” abre con el agente ruso en el CNI y el rostro del “atracador solitario”.

Cierto que esto último cuesta trabajo creerlo, pero ahí está. No hubiera sorprendido en anteriores etapas, pero es raro cuando “La Gaceta” ha pasado a manos de uno de los mejores expertos españoles en prensa económica.