Ecologistas dice a Botella que el aire de su despacho no es sano

Así lo indicó Juan García, portavoz de esta asociación de defensa ambiental que  presentó un escrito ante el Defensor del Pueblo para denunciar la "indefensión clara" que sufren los ciudadanos de la capital a causa de los altos niveles de contaminación atmosférica que registraron las estaciones de medición de la calidad del aire.

García recordó que precisamente el pasado sábado la estación de Recoletos superó "durante tres horas consecutivas" el denominado "umbral de alerta", con niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) superiores al máximo permitido, situación ante la que el consistorio "no adoptó las medidas necesarias", aseguró.

Según explicó, la Concejalía de Medio Ambiente "está obligada", según una directiva europea, a "avisar al tráfico y a la población" cada vez que se produzca una superación de los límites establecidos de NO2", porque "no es de recibo que sea Ecologistas en Acción quien tenga que informar a los medios de comunicación de esta situación de emergencia".

García subrayó que la propia página institucional del Ayuntamiento informaba de que entre las 22.00 de la noche del día 4 y las cero horas del día 5 la media fue de 446 microgramos de NO2 por metro cúbico, cuando el 'umbral de alerta' está establecido en 400 microgramos. Ante estos datos, la asociación llamó a Emergencias 112, pero este servicio "no estaba preparado para afrontar la situación" y no supo "qué protocolo debía adoptar", relató el portavoz.

Con esta queja ante el Defensor del Pueblo, los ecologistas pretenden conseguir que el Ayuntamiento "entone el mea culpa" y ponga en marcha medidas que ayuden a paliar los altos niveles de contaminación atmosférica, como la puesta en marcha de peajes -al estilo de Londres- o la limitación de velocidad a 80 kilómetros por hora en la zona metropolitana, como en Barcelona. "Entendemos que son medidas complejas, pero hay que afrontar la situación", apunta García, quien recuerda que en la capital británica "los resultados han demostrado la eficiencia" de estos sistemas.

Además, destacó que los altos niveles de dióxido de nitrógeno registrados en la capital "repercuten posteriormente en las zonas más alejadas de la actividad industrial", ya que la existencia de altas concentraciones de NO2 "desemboca en la aparición del ozono malo" en las localidades serranas."Hoy el aire de Madrid puede estar bien porque hay viento y las temperaturas no son muy altas, pero si viene una ola de calor es necesario estar preparados", insistió García.