El fiscal pide al Seprona que investigue el uso de veneno en cotos privados

Así lo indicaron este miércoles fuentes de la Fiscalía, que, alertada ante el "catastrófico" aumento del caso de animales amenazados envenenados, ha decidido encomendar estas funciones de prospección a la Guardia Civil a pesar de que "no es éste su trabajo", concretaron las fuentes.

La Fiscalía de Medio Ambiente teme que el aumento de cebos con veneno pueda acabar con el águila imperial, la rapaz más amenazada del mundo -actualmente, en la región habitan sólo 26 parejas- y una de las especies más emblemáticas de la fauna ibérica, en un plazo de unos tres años.

"El nivel de detección de los casos de envenenamiento se sitúa en el 10 por ciento", explicaron las fuentes, por lo que si se ha encontrado un águila imperial muerta, en realidad podrían haber "caído diez".

Otras especies protegidas amenazadas por la colocación de vísceras y huevos envenenados son el milano real y negro, el águila culebrera y perdicera, el buitre negro, el gato montés y la nutria, así como el lince, que se encuentra, al igual que el águila imperial, aislado geográficamente.

El "alarmante" aumento de animales muertos encontrados en algunos cotos, algunos de gran tamaño, en los meses de junio y julio, cuando los agentes forestales aún podían desarrollar estas labores de búsqueda de veneno, hace pensar al Ministerio que, sin estos rastreos, el número de rapaces fallecidas debido al veneno podría crecer aún más, dijeron.

Las mismas fuentes destacaron que, gracias al trabajo de los agentes forestales, que ya no podrán desarrollar porque la Ley de Medidas Urgentes, aprobada a finales de julio, se lo impide, se había avanzado "notabilísimamente" en la detección rápida e inmediata de colocaciones de cebos y detener así el declive de las poblaciones de las especies más sensibles de la Comunidad.

Asimismo, se había obtenido la tramitación de un buen número de denuncias contra el empleo de tóxicos como técnica cinegética, -para disminuir el número de depredadores y que crezcan las poblaciones de conejos- y el consiguiente cierre de algunos importantes cotos.

Sin embargo, a día de hoy, la Fiscalía de Medio Ambiente no ha recibido ningún tipo de denuncia referente al mes de agosto por parte de la Administración regional, algo que hace que no haya ni siquiera datos sobre el número de animales que han podido morir por estas circunstancias.

En cuanto al riesgo que, según los sindicatos CCOO, UGT y SAFTAM de la Consejería de Medio Ambiente, podría entrañar la colocación de estos venenos para la salud pública, la Fiscalía apuntó que en ningún caso los humanos se verían amenazados por esta situación.