Off the record - 19 septiembre 2007

ALGO MÁS QUE UN EMPATE

Pueden ser malevolencias, pero lo sabremos en pocas días. El hecho es que fuentes fiables del CIS dicen que las encuestas del prestigioso organismo oficial vuelven a recortar la ventaja del PSOE sobre el PP en intención de voto, que ya es menos de un punto. Eso ya no es “empate técnico”, sino empate a secas. En votos trasversales, la situación es de un país partido mitad por mitad.

A poco que los resultados les acompañen, los partidos nacionalistas serán algo más que árbitros a la hora de formar una mayoría de gobierno después de las elecciones de marzo. Y como nadie duda que el socio más requerido por unos y otros será CiU, las viejas tensiones internas del nacionalismo catalán han explotado con gran visibilidad.

La paradoja, es que ahora es Durán i Lleida (UDC, el partido democristiano) el más inclinado a dar la mano y el poder a Rodríguez Zapatero, en tanto Artur Más (CDC, el centrismo catalán formado por liberales y tibios socialdemócratas) quiere reservarse las manos totalmente libres para negociar “el día después”.

Como Montilla es ya el político peor valorado por el conjunto de los españoles, incluso peor que Ibarretxe, que ya es decir, Artur Más aprovecha la coyuntura para alzar la senyera nacionalista y tender la mano no sólo a ERC, que se piensa muy en serio lo de tomarla tras el evidente fracaso y honda impopularidad del “tripartito”, sino a los crecientes sectores del PSC descontentos con Montilla.

CiU, OTRA VEZ, EN EL FIEL DE LA BALANZA

“El problema es que con el aparato de Génova no es posible el diálogo. Si al otro lado del teléfono estuviera Rato, el acuerdo sería fácil”, dice uno de los hombres de confianza del líder convergente. En Barcelona están todavía perplejos. Allí se pensaba que Zaplana y Acebes eran la herencia recibida, pero que Piqué y Ruiz-Gallardón eran los dirigentes realmente afines a Rajoy.

“¿Qué ha sucedido –preguntan a cualquiera que les lleva noticias de Madrid– para que Rajoy se desprenda precisamente de ellos?” La “defenestración” de Piqué –al fin y al cabo el dirigente catalán se fue por su voluntad, pero sólo cuando era ya inocultable que desde Madrid le invitaban un día y el siguiente a que lo hiciera– ha quebrado importantes puentes entre el partido del centroderecha y el nacionalismo catalán.

En Catalunya, CDC sigue aumentando en cada encuesta su mayoría y la distancia con el PSC. Sus condiciones al PSOE, aunque todavía no sean explícitas, son ya previsibles: sólo podrá negociarse el apoyo parlamentario a Rodríguez Zapatero para la investidura si se dan dos hechos, primero, una ventaja del PSOE respecto al PP que sea visible en votos y escaños, y segundo, sólo desde el día siguiente a que se haya habilitado el regreso de CiU a la Generalitat.

Una situación endiablada. En votos, es posible que el PSOE saque alguna ventaja sobre el PP, pero en escaños podría incluso, por el reparto territorial, suceder lo contrario, que el PP, con unos pocos votos menos en el conjunto de España, tuviera unos pocos escaños más en el Congreso. “La mayoría es la de escaños, esas son las reglas constitucionales”, indica el mismo político convergente.

CENTRISTAS POR CONVENCER

La fuente del CIS marca otra importante señal de las encuestas. “Los electores centristas –que en 2004, bajo el imperio emocional del 11-M y de los días que siguieron al 11-M, se dividieron entre la abstención moral y el “talante” de Rodríguez Zapatero, se sienten en su gran mayoría huérfanos. Ya tienen claro que no votarán al actual presidente del Gobierno, pero aún no se los ha ganado Rajoy”.

 Y añade una precisión: “Esos electores indican muy claramente su preferencia por Ruiz-Gallardón. En gran medida se debe a ellos el que el Alcalde de Madrid salga una y otra vez como el político mejor valorado por los electores de derechas e izquierdas”.

La fuente del CIS no es imparcial con Esperanza Aguirre, la gran “bestia negra” de La Moncloa y del círculo de confianza del presidente –Carme Chacón, Magdalena Álvarez y otros “ministros del gasto”–. La aparente paradoja es que la gran antagonista de Ruiz-Gallardón sube también en las encuestas y también entre los electores centristas.

Sus enemigos califican de “radical” a la combativa presidenta de la Comunidad de Madrid, pero los electores la perciben como liberal y centrista. Y “marca la agenda” en muchos temas, por ejemplo, en cuestiones fiscales ha demostrado que va por delante de todos y que todos se ven obligados a seguir sus huellas, incluso el PSM. Divertido, por cierto, eso de ver al partido socialista pidiendo la abolición del impuesto de patrimonio. Es lo razonable, pero no deja de llamar la atención, sobre todo si se exhuman las hemerotecas…

El lunes por la tarde buen número de consejeros del Santander, aunque ya acostumbrados a las reuniones intensas que marcan el estilo de Emilio Botín, tuvieron “horas extraordinarias”. ¿El motivo? El empujón definitivo a la operación de compra del holandés ABN Amro por el consorcio que no encabeza, pero sí lidera, el Santander.

Todo apunta a que hoy se producirá la autorización de la Comisión Europea y Botín, convencido de que tiene ganada la mano a la oferta de Barclays, no quiere demoras. La consigna es que la operación quede completada en los primeros días de octubre. El banquero cántabro habrá subido otro peldaño en su imparable ascenso a posiciones muy significativas de la Banca internacional.

Por cierto que una política que estuvo a punto de ser líder del PP y candidata a la presidencia del Gobierno cuando la caída de Hernández Mancha, y no lo fue porque Rato, Alvarez Cascos, Ruiz-Gallardón y alguno más plantearon a Fraga un auténtico motín a bordo, se ha convertido en auténtica “consejera estrella” del Santander. Botín está encantado de sus conocimientos y de su trabajo y le pone por las nubes. Es, por supuesto, Isabel Tocino, una pieza a seguir con atención en sus movimientos por el mundo financiero.

Conocedores fiables de los entresijos del Grupo Santander dicen que la compra del ABN Amro no es un final, sino un principio, la señal de salida para aún más ambiciosas operaciones internacionales que planea Emilio Botín, con el equipo de excepcional calidad profesional del que ha sabido rodearse. Europa y Latinoamérica están entre sus objetivos expresos e inmediatos, pero el primer banquero de España tiene también puesta su mirada de halcón sobre otros mercados. (Continuará).

DOS DE “SEGUNDOS” CALCINADOS

En ambientes menos gratos se sustancia el juicio del “caso Gescartera”. Van a por Enrique Giménez Reyna, no tanto por su persona como porque el competente abogado, que nada de nada tuvo que ver en el asunto salvo sufrir las consecuencias de que no siempre la familia es fortín de confianza, es un blanco ideal para disparar por elevación contra Rodrigo Rato. Quieren a toda costa, venga o no venga a cuento, aunque sólo fuera por “hermanísimo”, sentar a Giménez Reyna en el banquillo. El juicio va a ser largo y dará para no pocas notas “off the record”.

Como dará para mucho, sobre todo sobresaltos, esa economía que va tan “de cine” según Rodríguez Zapatero, aunque sólo sus fieles y entusiastas colaboradores en el canje de votos por dineritos públicos compartan su optimismo. Ya no son sólo las reticencias y agobios de Solbes, ni las advertencias de Almunia desde su gran observatorio europeo. Incluso MAFO, el complaciente o flexible pero bien preparado gobernador del Banco de España, se ha visto obligado a advertir que “las alegrías presupuestarias son contraproducentes” y recordar al presidente que “el superavit no está para ser gastado, sino para tener colchón si la economía se detiene de forma abrupta”. Tome nota el manirroto doctor Bernat, un lujo de este Gobierno para los humoristas.

Y UNA DE “SE ADMITEN APUESTAS”

O al revés. Vaya, que Fernández Ordóñez no va a suceder a Solbes en la vicepresidencia económica si Rodríguez Zapatero repite tras las elecciones de marzo. Otro que se cae. No queda nadie serio. Dos ministros han puesto los ojos en el cargo, Jesús Caldera y Carme Chacón. De verdad que no es una broma. “Cosas veredes, Mío Cid, que feran fablar las piedras”.