Off the record - 1 octubre 2007

VA DE AUTODETERMINACIONES

A largo plazo pueden ser tres y no uno. O ninguno. El referéndum inconstitucional anunciado por Ibarretxe para reclamar el derecho a la autodeterminación de Euskadi hace escuela. En ERC, Carod y algunos más estiman que es una vía legítima, aunque son conscientes de que Montilla no va a entrar por ese carril y para los republicanos catalanes, el tripartito es, al menos por ahora, más importante que el fundamentalismo, a menos que sientan muy cercano el aliento de una CDC que diera el paso al soberanismo.

En Canarias, los independentistas aumentan la presión sobre Paulino Rivero, al que tientan con la imagen de “Simón Bolívar de Canarias”, pero casi nadie duda que al presidente de CC y del actual gobierno de Canarias le sobran sensatez y experiencia política como para no dejarse enredar más que en lo que él quiera. De momento, lo que Rivero quiere son más recursos para Canarias, mejores condiciones para la actividad empresarial y la generación de empleo, más peso específico en Madrid y Bruselas. Rivero no es hombre de ensoñaciones, sino de realidades.

CANARIAS, “LA ÚLTIMA COLONIA”

Bien es cierto que la presión de los independistas se acentúa, agitada por el periódico tinerfeño “El Día”, que sigue publicando el articulado por fascículos de la Constitución de la República Federal Canaria y reclamando editorialmente la “descolonización” del archipiélago, que Antonio Artiles, del Movimiento de Liberación Nacional, presenta como la última colonia de España, después de descolonizadas Guinea Ecuatorial y el Sáhara. El famoso Cubillo del MPAIAC, hoy Congreso Nacional de Canarias, lo dice clarito: “En Canarias viven un millón de extranjeros y de ellos medio millón son españoles”.

DE FUERA VENDRÁ QUIEN BUENO TE HARÁ

Las grandes empresas del sector tienen mala suerte en Santa Cruz de Tenerife. Después de la famosa “tocata y fuga” de Ferrovial con el emblemático proyecto de las Torres de Santa Cruz, troceado, traspasado en parte a una empresa local, Candesa, que parece haber hecho mejor trabajo, y con la primera Torre deslucida por una simple tormenta tropical, ahora es Sacyr la que está en el ojo de la protesta pública y de la fiscalía anticorrupción.

La cosa no es para menos. Santa Cruz tenía una empresa municipal de gestión de aguas, Emmasa, que funcionaba bien, a gusto de los habitantes de la capital y sin costar dinero, porque era rentable. Sin saberse por qué, aunque todo el mundo lo sospecha, se privatizó la gestión del agua y cayó en manos de Sacyr. Ahora ha caído la calidad del agua y se extienden las protestas. Los técnicos locales conocían mejor el tema, complejo en una isla como Tenerife, que los llegados de fuera.

¿CORRUPCIÓN O SILENCIO AMORDAZADO?

El Ayuntamiento ha perdido una empresa eficaz y rentable. Los ciudadanos han perdido un buen servicio. Sobre la capital tinerfeña llueven las investigaciones judiciales: las Teresitas, flecos de Afinsa y Forum Filatélico, ahora Emmasa… Así que el alcalde se envuelve preventivamente en el manto de la independencia y proclama que “un día habrá una tierra que no sea silencio amordazado”.

Uno de los más importantes empresarios españoles, al menos por volumen de activos y liquidez, con presencia en casi todo el territorio del Estado, muestra su preocupación: “Bueno, lo del País Vasco viene de lejos y a Zapatero sólo se le puede culpar de haberlo llevado a peor. Pero la radicalización del nacionalismo catalán y la explosión independentista en Canarias tienen firma de autor. Son el resultado de jugar con fuego sin conocer los peligros ni tener previstas las medidas de seguridad. Si esta situación no se reconduce, acabará ahondando los riesgos de la economía”.

Que existen, los riesgos de la economía, naturalmente, y cada día se conocen nuevos datos que aumentan la perplejidad respecto al inagotable triunfalismo de Rodríguez Zapatero. Negar que se detiene la construcción es ya cerrar los ojos a la evidencia. Puede decirse de formas menos dramáticas: enfriamiento, aterrizaje suave, desaceleración, etc. etc. Pero los hechos son tercos.

Se construye menos porque hay demasiado ya construido y la demanda se ha reducido sustancialmente. Cierto que no es lo mismo la situación de las empresas que la del sector. Las empresas tienen alternativas, por ejemplo, la brillantemente iniciada por Martinsa y otras inmobiliarias, que es empezar a promover y construir en países donde todavía la demanda es muy superior a la oferta. Pero esto no es impune, porque en España la construcción ha sido el principal escenario de trabajo de los inmigrantes.

…Y LOS INMIGRANTES VAN AL PARO

Como no pueden volver a emigrar, ahora con las constructoras, un escenario inquietante de paro se cierne sobre los inmigrantes. Como todo lo malo es susceptible de empeorar, también son los inmigrantes uno de los segmentos de población más tocados por los “créditos basura” y por tanto, más sensible a la crisis financiera cuya proximidad también se niega.

UNA SOLUCIÓN QUE NECESITA EXPLICARSE

Y mientras Rodríguez Zapatero vive en el mejor de los mundos, eficazmente dedicado a la compra de votos con cargo al superávit presupuestario, llega el PP, teóricamente un partido de filosofía económica liberal, y anuncia, nada, una bagatela, dos millones de pisos nuevos a precio “asequible”.

¿Y cómo se hace este milagro? Lo explica Juan Costa, el coordinador del programa electoral: “Mediante una revisión de la financiación local para incentivar a los Ayuntamientos a generar suelo asequible para la construcción de viviendas asequibles”. ¡Toma ya liberalismo! Bueno, ojalá, a ver cómo se pone ese cascabel al gato.

¿Con qué se incentiva a los Ayuntamientos para generar suelo asequible? ¿No sería más razonable, o más propio de un planteamiento moderno, liberalizar de verdad el suelo para que funcionen las poleas del mercado y el equilibrio de oferta y demanda? No, claro, toca hacer populismo. Y puestos a hacer populismo ¿quién tiene más experiencia y recursos para ello?