Rubalcaba: el ingenioso arte de andarse por las ramas

El discurso final de Alfredo Pérez Rubalcaba en la Conferencia Política del PSOE es toda una muestra de eso que despectivamente él mismo ha llamado "discurso electoral", para aludir al que hacen sus oponentes. Es decir, un discurso para la ocasión, que busca tocar las fibras sensibles de sus correligionarios y del electorado, poniéndose radical en asuntos que no son centrales, haciendo propuestas ingeniosas mucho más que sólidas y, sobre todo, yéndose por las ramas cuando no tiene más remedio que encarar algo central que demandan sectores importantes de la opinión pública.

En todo caso, hay que felicitarle por el éxito conseguido en términos de comunicación mediática. El diario El Público hace su portada como el candidato socialista deseaba: "Pasos a la izquierda". En el diario El País, las reporteras mujeres enfatizan el discurso de igualdad del candidato socialista (tal como se deseaba). En general, los medios han hablado este fin de semana de los impuestos al alcohol y al tabaco que ha propuesto Rubalcaba, como si esto fuera algo más que un leve pellizco a los graves problemas financieros que tiene el país. Y finalmente, en la web del PSOE el titular dominante, que también se ha logrado transmitir a los medios, es el asunto medular, el más serio de todos: la propuesta de un pacto (nacional) por el empleo.

En suma, el candidato socialista ha logrado colocar en los medios de comunicación sus objetivos de campaña mediante la celebración de la Conferencia socialista. Queda por saber si eso tendrá o no algún efecto real en la intención de voto, como agitó Felipe González ante los ojos del auditorio, al recordar la experiencia de las elecciones de 1996. Pero lo que interesa para el análisis no es tanto reconocer el éxito mediático de la Conferencia, como saber que hay de sustantivo en las propuestas de Rubalcaba.

Tendremos tiempo de hacer ese análisis respecto de otros aspectos, pero ahora es imperativo empezar por el asunto medular de su discurso: el hecho de que Rubalcaba pareciera acusar recibo de esa solicitud creciente en la opinión pública acerca de la necesidad de un pacto de Estado para superar la crisis económica. Algo que el candidato socialista refiere fundamentalmente al empleo.

Ante todo, recordemos cuales han sido literalmente sus palabras al respecto. Dijo Rubalcaba: "El empleo es nuestra causa común, y, por tanto, yo me comprometo a llamar a todos para un acuerdo sobre el empleo, a todos, a las comunidades autónomas, a los sindicatos y a los empresarios, a todos los partidos políticos, para compartir objetivos, para sumar, para remar en la misma dirección, porque sabemos los españoles, por nuestra experiencia, que, cuando tenemos un gran problema y lo enfrentamos juntos, entonces lo resolvemos".

¿Estamos frente a una propuesta efectiva para concertar una política de Estado para superar la crisis económica, empezando por la creación de empleo?  Pues si uno atiende a las últimas frases de Rubalcaba pareciera que la idea de "enfrentar todos los españoles juntos el gran problema" tendría indudablemente que ver con eso. Sin embargo, hay que temer que no se trate más que de una finta electoral para luego poder argumentar que el candidato socialista propuso en algún momento un pacto de Estado al respecto y nadie le hizo mucho caso.

Todo indica que los candidatos de los partidos mayoritarios están siendo sensibles a esa idea sensata de que es necesario enfrentar el gran problema entre todos. Pero luego no pasan de la retórica. En el caso de Rubalcaba, será necesario esperar a la redacción final del programa electoral, que aprobará el Comité Federal del PSOE, para ver si esta propuesta nodal queda reflejada en dicho programa. Porque en la redacción de la Ponencia Central para esta Conferencia política no había ni una palabra al respecto.

Y, desde luego, también es crucial la forma en que quede la propuesta. Porque si lo que queda es esa generalidad que ahora nos ha largado Rubalcaba (de que el gran problema hay que enfrentarlo entre todos), entonces seguiremos teniendo que soportar más retorica electoralista. No, estimado candidato, se trata de proponer en términos concretos la concertación de una política específica de Estado para superar la crisis económica; lo cual significa plantear a todos los partidos, pero principalmente al principal partido opositor, el Partido Popular, un acuerdo preelectoral, para que gane quien gane las elecciones, el Gobierno entrante se aboque a la puesta en práctica de un pacto general para una política de Estado sobre crecimiento y empleo.
Claro, para poder plantear ese acuerdo nacional, lo primero que hay que hacer es admitir que el Partido Popular es un interlocutor válido a estos efectos. Es decir, que aunque haya muchas cosas en que se discrepa con los populares, es posible plantearse con ellos una política de Estado específica, similar a la que se estableció con respecto del terrorismo, para superar la emergencia actual que significa la crisis económica; una emergencia que el propio Felipe González ha ilustrado como "estar al borde del abismo".

Es decir, si de verdad se quiere enfrentar el gran problema (que nos coloca al borde del precipicio) de manera conjunta, entonces lo primero que hay que hacer es dejar de andarse por ramas. Algo en lo que, paradójicamente, parecen estar de acuerdo los líderes de los partidos mayoritarios. Me apuesto una cena a que el encuentro político del PP el próximo fin de semana no será diferente al respecto. ¿Será que los candidatos confían en nuestra estupidez colectiva?