Los antidisturbios se han duplicado en Valencia con la llegada de cien agentes

Las fuerzas del 'ejército antidisturbios' en Valencia han sido incrementadas en un cien por cien desde el martes, según ha sabido este periódico de fuentes de absoluta solvencia. Tras los gravísimos disturbios del fin de semana, a Valencia han llegado dos Unidades de Intervención Policial retiradas de otros 'frentes' ahora tranquilos y sin novedad, que se han sumado a los dos grupos de la 3ª Unidad de Intervención Policial con base en el antiguo cuartel de Zapadores. Cada grupo de estas Unidades cuenta con 50 personas con todo su equipamiento. En total, por tanto, los estudiantes valencianos del Lluis Vives, junto a los inevitables adheridos -generalmente antisistemas- se tienen que enfrentar con un 'ejército' de 200 hombres -y mujeres, aunque no se las distinga debajo del casco-.

En España hay 11 Unidades de Intervención Policial: 2 en Madrid (la Central y la 1ª UIP) y una en cada una de las siguientes provincias: Barcelona (2ª UIP), Valencia (3ª UIP, con dos grupos que actúan en el 'frente' de Valencia, Alicante, Castellón, Murcia y Baleares), Sevilla (4ª UIP), Málaga-Granada (se reparten la 5ª UIP), Bilbao (6ª UIP), Valladolid (7ª UIP), La Coruña-Vigo (se reparten la 8ª UIP), Oviedo (9ª UIP), La Palma-Tenerife (se reparten la 10ª UIP) y Zaragoza (11ª UIP).

Cada Unidad está dispuesta a entrar en acción en cualquier 'frente' en cualquier momento, y a Valencia, por ejemplo, una de las unidades que ha llegado como 'reserva' es, al parecer, la de Valladolid. A esas 'tropas de reserva' se ha sumado el Comisario General de Seguridad Ciudadana, el comisario Florentino Villabona, que ejerce desde el 'Estado Mayor', junto al Jefe Superior de Policía, señor Moreno.

Material y equipamiento

El 'ejército antidisturbios' está compuesto por 200 hombres -y mujeres, en un número que este diario no ha podido establecer con la necesaria exactitud- armados de 200 porras ("defensas", en argot), a lo que hay que añadir el correspondiente material y equipamiento, como "escopetas" ("bocachas", en argot), material blindado (antiguas "lecheras", en argot) y escudos.

Cada 7 hombres disponen de una furgoneta en la que se desplazan un conductor, un oficial y 5 antidisturbios. Si todos los efectivos salieran a la calle harían un total aproximado de 28 vehículos blindados contra las piedras ("lecheras"). Cada vehículo está dotado de 7 pistolas, dos "escopetas" ("bocachas" lanzadoras de balas de goma o botes de humo), dos escudos y 7 porras, lo que daría un total de 200 porras, 200 pistolas, 56 "escopetas" y 56 escudos.

Si las fuerzas antidisturbios fueran rebasadas, estaría prevista la entrada inmediata de la reserva, con las 7 Unidades restantes que permanecen en sus provincias de acuartelamiento, pero de despliegue rápido.

Un estudiante en contacto con Diariocrítico señaló, acaso sarcásticamente: "Dada la potencia de fuego de la parte contraria, nos tendremos que armar de suficientes gomas de borrar, lapiceros, escuadras, cartabones, plumieres y, sobre todo, libros, que resultan un arma eficacísima".

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