Griñán se blinda para atacar a Rajoy

Llovía sobre el sevillano barrio de la Macarena cuando Pepe Griñán, en presencia de Cristóbal Montoro y Alfredo Pérez Rubalcaba, de Manuel Chaves (esta vez sí acudió) y de Gaspar Zarrías, tomaba posesión por segunda vez de su cargo como presidente de la Junta de Andalucía en el salón de usos múltiples del antiguo Hospital de las Cinco Llagas, sede del Parlamento andaluz, abarrotado de fieles escuderos que, como el impresentable de Mario Jiménez, sonreía socarronamente llevándose la mano al rostro cuando el ministro de Hacienda pedía la colaboración de las comunidades autónomas para combatir el paro y afrontar los duros retos de la crisis. La sonrisa del portavoz del Grupo Socialista me recordaba el poema de Mario Benedetti "¿De qué se ríe señor ministro?" y no era sino el espejo de la declaración de intenciones que el Gobierno andaluz pretende llevar a cabo ante las reformas planteadas por MarianoRajoy. Nada de colaboración, insumisión total, recursos ante el Tribunal Constitucional y guerra a muerte para recuperar cuanto antes el terreno perdido en las urnas. Una hora después, el presidente daba a conocer su nuevo Ejecutivo en el que la mayor sorpresa, aunque anunciada, ha sido la inclusión de la secretaria de Organización del PSOE-A, Susana Díaz, como consejera de Presidencia e Igualdad, con el consiguiente defenestramiento de la "mano derecha" de Rubalcaba en Andalucía, Micaela Navarro, quien de momento se queda como simple diputada por Jaén en espera de mejores tiempos para la lírica. Más de uno se lo va a tener en cuenta a corto y medio plazo cuando comiencen las rondas de los congresos provinciales del PSOE en Andalucía aunque, a decir verdad y dados los precedentes de Griñán, puede que tampoco en esta ocasión sus compañeros se atrevan a pasarle factura. Ya veremos.

Antes de pasar a hacer un análisis pormenorizado del nuevo Gabinete de Pepe Griñán, convendría destacar que da la impresión de que al presidente le han obligado a recortar un par de Consejerías (de trece ha pasado a once) y con las que le sobraban las ha rifado. No se entiende mucho que tiene que ver Presidencia con Igualdad ni Ciencia con Empleo ni Administración Local con las Relaciones Institucionales, pero el caso era colocar en puestos claves del Ejecutivo a sus peones y amigos y quitarse de enmedio a todos aquellos que, como Micaela Navarro o Paulino Plata, se habían posicionado claramente en el Congreso de Sevilla a favor de Pérez Rubalcaba y en contra de Carmen Chacón. Se daba por descontado la continuidad de la columna vertebral de su anterior Ejecutivo (Antonio Ávila, que a Economía, Innovación y Ciencia, suma ahora también Empleo; Carmen Martínez Aguayo, que se queda con Hacienda y Administraciones Públicas, Maria Jesús Montero, que añade Bienestar Social a su Consejería de Salud, y Mar Moreno, que vuelve a hacerse cargo de su antiguo puesto en Educación) y se conocía de antemano que Diego Valderas iba a ser el número dos del Gabinete con la Vicepresidencia y la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales (nunca pensaba el ex butanero y ex alcalde de Bollullos Par del Condado que llegaría a tanto) y que colocaría a la cordobesa Elena Cortés en Fomento y Vivienda y al malagueño Rafael Rodríguez en Turismo y Comercio, teniendo que contentarse el anterior consejero, Luciano Alonso, con la limosna de Cultura. IULV-CA se queda con dos "peritas en dulce" que pueden reportarle buenos beneficios a sus depauperadas arcas.

En Justicia e Interior, que anteriormente recibía el nombre de Gobernación, Pepe Griñán a colocado al fiscal decano de la Audiencia Provincial de Sevilla, Emilio de Llera Suárez-Bárcena, un nombramiento que ha causado bastante sorpresa tanto en medos periodísticos como judiciales ya que no se le conocía adscripción política alguna, aunque ciertas fuentes apuntan a que el caso de los EREs fraudulentos y la pormenorizada instrucción de la jueza Mercedes Alaya, que tantos quebraderos de cabeza le ha proporcionado a Griñán, podría estar relacionada con este nombramiento. Por último señalar la vuelta a la política andaluza de un antiguo conocido y amigo íntimo de Pepe Griñán con el que comparte profesión y destino y candidatura política, ambos son inspectores de Trabajo, han estado destinados en Córdoba y se han presentado por esta circunscripción a las elecciones, el ex consejero y ex embajador en Marruecos y ante la Unión Europea, Luis Planas. Planas ya ocupó las Consejerías de Agricultura y la de Presidencia con Manuel Chaves en la recordada legislatura de "la pinza" cuando Diego Valderas presidía el Parlamento andaluz. Griñán se rodea así, con Susana Díaz, su ya citada cohorte de técnicos-politicos, Luis Planas y con el jefe del prensa del PSOE-A, Miguel Ángel Vázquez como portavoz del Gobierno, con un círculo bastante cerrado para hacer lo que se propone: plantarle cara al Gobierno de la nación como casi único ariete del socialismo hispano, mientras dure su pacto con IULV-CA. Habrá que esperar acontecimientos. Y habrá que comprobar si este sanedrín no le aisla aún más de las verdaderas preocupaciones del pueblo andaluz.