El cuarto tema, o sea, el primero

Mal día el de hoy para la lírica. Peor para la épica. Las tres cuestiones acaparan la atención: sentencia del 11-M, que nadie conoce aunque muchos presumen. Memoria histórica, de la que cada día se descuelga más gente. Caos del AVE, con una ministra que no se bate en retirada y a la que apoyará Zapatero. Que, por cierto, hará una declaración institucional tras conocer la sentencia.

Pero a este Criti.com le preocupan otras dos cosas, que quizá se han colocado en un segundo plano por el avance arrollador de la macronoticia de la sentencia: una, se empieza a descontrolar la economía -eso bien que lo viene advirtiendo, agorero él, el vecino de columna Carlosepunto-, con una inflación que llega muy tangible a los bolsillos. Y dos, la Justicia. El Tribunal Constitucional está paralizado, el Consejo del Poder Judicial está paralizado, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco está, por el contrario, excesivamente activo. Llevar al banquillo al lehendakari y a los dirigentes del socialismo vasco por contactar con Batasuna es como echar al director de una empresa por hablar con los huelguistas para intentar arreglar el conflicto.

Si un lehendakari no tiene el derecho -y la obligación- de conocer todas las opiniones representativas en política -y la de Batasuna, por muy ilegal que sea, lo es- bajo su responsabilidad, entonces ¿quién?. No es que a quien esto suscribe le gusten los batasunos (ni un pelo), pero eso no tiene nada que ver con lo que comento: se está fomentando el victimsmo, el viejo victimismo, de un PNV en proceso de fermentación. Y en un momento delicadísimo en la marcha del País Vasco. Si enjuiciamos a Ibarretxe, López, Ares y compañía, ¿qué habría que hacer con los que han negociado directamente con Batasuna? ¿Y con ETA? ¿Y con quienes les han ordenado negociar? Entonces, Zapatero, Felipe González, Aznar, Javier Zarzalejos, Javier Moscoso, etcétera, al banquillo con ellos.

Una locura.

Una más.