Estatuto valenciano: una reforma incómoda

El presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, ha considerado que el aplazamiento de la reforma del Estatuto de Autonomía es "de sentido común" y "no supone renunciar nada".

El jefe del Consell se ha pronunciado en estos términos durante una visita a Quartell (Valencia) al ser preguntado por los medios por el hecho de que la Junta de Portavoces del Congreso acordara ayer, con los únicos votos del PP, excluir del orden del día del Pleno el debate sobre la toma en consideración de la reforma del Estatuto de la Comunitat Valenciana basada en la conocida como 'cláusula Camps'. De esta forma, se aplazó por tercera vez el debate de esta iniciativa y, como en las dos anteriores, se ha hecho a petición del Parlamento valenciano.

Al respecto, Alberto Fabra ha recordado que la última modificación  del Estatuto supone que cada corrección o cambio, "por mínimo que sea", se haga mediante un referéndum. Por ello, ha explicado, se hizo un cálculo de lo que costaría, unos 8 millones de euros, una cantidad que en estos momentos "no nos podemos permitir", ha dicho. 

Además el 'president' ha señalado que hay sobre la mesa "otra modificación muy interesante para defender los intereses de los ciudadanos valencianos, como es la reducción del número de diputados".

Por esta razón, ha argumentado que "lo que no tiene sentido es que esté en tramitación una modificación y, a la vez, esté otra encima de la mesa". "Lo único que pedimos es juntar las dos porque no tenemos que hacer dos referéndums si podemos hacer uno; es un gasto innecesario".