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Cadera de Rey

Cadera de Rey

domingo 22 de septiembre de 2013, 09:36h
El Rey D. Juan Carlos será intervenido de nuevo por un proceso infeccioso localizado en su cadera izquierda y necesitará del implante de una nueva prótesis, pero esta situación no justifica en absoluto que tenga que abdicar si él desea seguir desempeñando como hasta ahora su puesto de trabajo. Y es que es necesario saber discernir entre lo que es una "baja laboral", que es el caso, y una "incapacidad" que desde luego ningún médico certificaría con los datos de que disponemos en el momento actual. Pero si echamos la vista atrás, siempre que el Rey tiene un problema de salud, en la cadera derecha, en la izquierda, en su columna vertebral o en su talón de Aquiles, en los últimos tiempos se abre el debate de su "abdicación" desde la justificación del cuadro médico y esto no tiene ningún sentido. Ayer escuchaba con mucha atención al Dr. Rafael Murillo, Profesor de Derecho Constitucional de la Universidad San Pablo CEU, cuando nos recordaba con su rigor acostumbrado que la "abdicación" es una decisión personal de Su Majestad, mientras que la "inhabilitación" le corresponde a Las Cortes Generales.

Se habla ahora de "mala suerte" cuando nos referimos a la complicación que D. Juan Carlos está sufriendo en su cadera izquierda, de la que fue intervenido en Noviembre de 2012 implantándole una prótesis en su articulación desgastada por la artrosis. Se trata de una complicación que suele presentarse tan solo en el 1-1.5 por ciento de los casos, por lo que si nos referimos a este porcentaje demostrado por los diferentes estudios clínicos, si que se trata de mala suerte. Pero creo que los profesionales sanitarios debemos aprovechar para recordar a todo el mundo que "la medicina no es una ciencia", sino un arte que aplica todas las ciencias posibles; en otras palabras, que en medicina no siempre dos mas dos son cuatro, y que "el riesgo cero" no existe. Preguntaba algún periodista, en la rueda de prensa de ayer viernes en el Palacio de la Zarzuela, al Dr. Villamor, cirujano que realizó la intervención del implante de cadera en Noviembre de 2012, sobre cómo se siente ahora tras conocer esta complicación y sobre todo tratándose del Rey. La respuesta de cualquier médico no se puede hacer esperar: se siente mal, pero igual que cuando le sucede a cualquier otro paciente, sea Rey o no. Y yo desde luego, si necesito el implante de cadera, me pondría en manos del Dr. Angel Villamor con toda la confianza del mundo.

También se hablaba de la posibilidad de que el Rey fuera intervenido en la Clínica Mayo de Rochester en Estados Unidos, algo que me costaba creer en la mañana de ayer, y que afortunadamente fue aclarado en la rueda de prensa por el Dr. Miguel Cabanela, hijo predilecto de Mondoñedo, su ciudad natal, que es el jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica de ese prestigioso hospital: "la intervención de Su Majestad se realizará en Madrid". Hoy, no es necesario viajar fuera de España para realizar una intervención de este tipo, sencillamente porque gozamos de una Sanidad Pública y Privada que es de las mejores del mundo.

Nos contaba el Dr. Cabanela, conocido en la Clínica Mayo como "el hombre de la cadera", que la intervención se puede realizar en uno o en dos tiempos y que esto va a depender del estado en el que se encuentre la articulación de la cadera. Se trata de una infección diferida en el tiempo y no inmediata, por lo que una gran mayoría de expertos, a priori y sin conocer el caso clínico con detalle, apostarían por una intervención en dos tiempos: en la primera intervención se procedería a retirar la prótesis actual y colocar un "espaciador-liberador", que tiene una estructura similar a una prótesis de cadera y que está impregnado con el antibiótico específico, consiguiendo dos objetivos fundamentales: dejar libre el espacio para poder implantar una nueva prótesis y curar definitivamente el proceso infeccioso. Y luego, tras 6-8 semanas, tiempo suficiente para curar la infección y restablecer la articulación y el soporte óseo, se realizaría una segunda intervención quirúrgica en la que se procede a implantar la nueva prótesis de cadera. Luego, el Rey como cualquier otra persona, necesitará un periodo de rehabilitación y fisioterapia para recuperar su movilidad y la funcionalidad de su cadera, que puede oscilar entre dos y seis meses y a seguir trabajando. Estará de "baja laboral" como cualquier mortal, pero desde luego no se le podrá incapacitar para su trabajo habitual, al menos no desde la medicina.

Jesús Sánchez Martos

Catedrático de Educación para la Salud; Universidad Complutense de Madrid.

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