www.diariocritico.com

La Fundación Henry Dunant quiere mediar, pero Rajoy no quiere ni hablar con ETA

La política a seguir sobre los presos etarras enfrenta a Interior, Justicia e Instituciones Penitenciarias

La política a seguir sobre los presos etarras enfrenta a Interior, Justicia e Instituciones Penitenciarias

- Triunfa la línea dura de Mayor Oreja y Aznar: 'No hay nada de qué hablar con ETA'

lunes 21 de octubre de 2013, 12:58h
La condena a España por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo por aplicar la 'doctrina Parot' ha caído como un doble jarro de agua fría. Por un lado, supondrá la solicitud de excarcelación inmediata de 55 etarras y, en distintas fases, de hasta 137 presos de ETA -la cuarta parte de los 600 que están en prisión- y deja en evidencia al Estado español, aunque el Gobierno tratará de que la aplicación se lleve a cabo con cuentagotas evitando excarcelaciones masivas. Por otro lado apuntala a la línea dura del PP, que dice que no hay nada que hablar con ETA, y mucho menos con los presos de la organización. Se recrudece la pelea que mantienen al respecto los ministros de Justicia y de Interior y el secretario general de Instituciones Penitenciarias.

- Fernández Díaz y Gallardón confirmaron en rueda de prensa conjunta que no se indemnizará a Inés del Río y se analizará caso por caso
Según ha sabido Diariocrítico de fuentes de absoluta solvencia, la Fundación suiza Henry Dunant, que medió entre ETA y el Gobierno español en la etapa de Rodríguez Zapatero -entre 2005 y 2007- quiere mantener ahora la mediación para poner punto final al terrorismo etarra, pero Mariano Rajoy se ha cerrado en banda: tiene miedo a la reacción de las víctimas del terrorismo y no moverá ficha en ningún aspecto, ni siquiera con la política penitenciaria.

Si ya antes Rajoy estaba dubitativo respecto a hacer un gesto con los presos de ETA, ahora parece que se decanta ya abiertamente por la línea dura del PP que representan, por un lado, José María Aznar y Jaime Mayor Oreja, y, dentro de su Gobierno, por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, y el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste Castillejo.

De Aznar a Yuste, todos piensan que con ETA no sólo no hay nada que negociar, sino que los presos deben cumplir sus condenas íntegras y que no debe haber acercamientos ni mejoras penitenciarias si antes, de forma personal , cada uno de los presos no se desliga públicamente de la banda y pide perdón a las víctimas.

Debate entre 'halcones' y 'palomas'

En ese punto, Rajoy se debatía hasta hoy entre los que le animan a dar un paso para poner el punto final al terrorismo y los que le aconsejan que siga firme, que aumente la represión penitencia sobre los presos y la policial contra los terroristas de ETA aún libres y contra su 'brazo político' y acabe con la banda de una forma 'militar'; es decir, con vencedores y vencidos.

Entre los que le animan -dentro del Gobierno- a hacer un gesto con los presos que permita a ETA dar el siguiente paso -el de una entrega simbólica de las armas- , se encontraría curiosamente -según nuestras fuentes- el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que estaría así enfrentado a Yuste y Ruiz-Gallardón, que representarían posiciones más extremas.

Todas estas informaciones, claro, hay que tomarlas con escepticismo, dado que las posiciones no están tan perfectamente definidas como parece, ni son así en todos los casos concretos, pero Fernández Díaz cuenta con los informes de Policía y Guardia Civil que hablan que se ha superado el peligro de escisión dentro de ETA y que, efectivamente, ahora sí podemos afrontar el fin del final de la organización terrorista. Sólo habría que tener una mínima dosis de flexibilidad.

Es en ese contexto en el que habría que situar la concesión de ventajas penitenciarias tan sonadas como la de Josu Uribetxeberria Bolinaga. Fernández Díaz tuvo que salir al quite en el PP para justificar ese más que polémico tercer grado concedido al etarra, asegurando que "se ha respetado la ley" y que "no quedaba otra salida" por su delicado estado de salud.

Pero el coste para el Ejecutivo fue tan grande, la crítica externa fue tan enorme por parte de las asociaciones de víctimas que dirigen Daniel Portero, Ángeles Pedraza, Marimar Blanco y Francisco José Alcáraz, y la crítica interna fue tan explosiva por los seguidores de la política de mano dura que encabeza Aznar, que Rajoy se ha echado atrás e intenta ganar tiempo al tiempo. Y dicen que ahora más, dado que 61 etarras podrían pedir de inmediato su excarcelación y otros tantos en tiempos posteriores tras la sentencia de Estrasburgo.

Aznar fija posiciones: "Nosotros ganamos, ellos pierden"

Por si a alguien le quedaban dudas, el propio José María Aznar fijó posiciones al respecto el pasado 14 de octubre, en la presentación en San Sebastián de un libro sobre las víctimas del terrorismo. He aquí algunos de sus aspectos más interesantes, que parece que siguen firmemente desde Yuste a Mayor Oreja.

- "El testimonio de la vida arrebatada o herida, física o emocionalmente, nos da fuerza y claridad moral para continuar una tarea inacabada aún: la victoria de la democracia española y la derrota completa e incondicional del terrorismo".

- "En la política vasca siempre se ha hablado mucho de normalización. Con ese término muchas veces se ha querido elevar a "normal" lo que no lo era. Hoy, de nuevo se busca la normalización del silencio, la normalización del olvido, de la confusión no sólo histórica sino también moral. Creo que si alguna normalización hay pendiente es la de los valores: el valor de la vida; de la libertad; de la ley; de la solidaridad y de la convivencia cívica".

- "Podemos esperar un futuro en el que el terrorismo no exista. Precisamente para alcanzar este objetivo, el partido que yo presidí y los gobiernos que dirigí a lo largo de ocho años se empeñaron en un compromiso que rechazó la resignación y el desistimiento. Pero si queremos un futuro sin terror no podemos actuar como si el terror no hubiera existido. Porque si actuáramos como si el terror no hubiera existido, incurriríamos en algo peor que una frivolidad; seríamos responsables de una injusticia radical con las víctimas y cometeríamos un error político de dimensiones históricas".

- "El camino que nos ha llevado a los mejores éxitos frente al terrorismo ofrece pocas dudas. Un futuro libre del terror, libre de su sombra y de su amenaza exige, a mi juicio, tres condiciones:

- "La primera es la aplicación de la ley con todas sus consecuencias. La acción efectiva y continuada del Estado de derecho, de las fuerzas de seguridad, de los jueces y tribunales, del sistema penitenciario en la lucha contra un fenómeno criminal que ha contraído gravísimas responsabilidades a las que sus autores deben seguir haciendo frente".

- "La segunda es impedir que el terrorismo, su trayectoria criminal, su proyecto destructivo -sus medios y sus fines- encuentre en sus socios políticos el oxígeno que le permita sobrevivir a su derrota operativa. Estamos viendo cómo el maquillaje con el que consiguieron volver a la legalidad se les cae a pedazos y cómo sale su verdadera cara, la de la intimidación y el insulto como antesala de la violencia que nunca, insisto, nunca han dejado de justificar. Quieren volver a la impunidad y que los vascos vuelvan al silencio. Y eso no es futuro; eso es el peor pasado que esta sociedad ha sufrido.

- "La tercera condición me parece igualmente clara. Se trata de afirmar que el terrorismo ni tiene ni ha tenido justificación, que es radicalmente ilegítimo, que ningún asesino puede reclamar volver con la cabeza alta o que se le reconozca que hizo bien en matar, salvo que estemos dispuestos a que otros sigan ese perverso ejemplo llevados por el enaltecimiento de la violencia y de sus autores".

Y, finalmente, el colofón, respecto a la futura política penitenciaria con ETA:

- "Hacer justicia, en suma, es que nosotros ganamos y que ellos pierden.

- "Aquí no hay dos bandos negociando nada. Cualquier iniciativa política destinada a "contextualizar", "disculpar", "disimular" o "interpretar" la cruda realidad de lo que el terrorismo ha hecho y para qué, no merece más que un rechazo rotundo y ejemplarizante por parte de quienes afirmamos la nación de ciudadanos".

Ésas son las 'Tablas de la Ley' de los duros del PP en este terreno: es el camino por Aznar y el que quieren las víctimas. Y en esa situación tiene que decidir Rajoy.

 
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
1 comentarios