Los vecinos de Hiendelaencina siguen sin poder beber ni cocinar ni ducharse con agua de la red general del municipio un mes justo después de que se produjera su contaminación con gasóil y a esta fecha, el alcalde, Mariano Escribano, asegura que "el problema es tan grave que hay que estar aquí para vivirlo".
El pasado 5 de octubre el proveedor del gasóil de una casa rural del municipio se equivocó y en vez de echar este hidrocarburo en el depósito destinado para ello lo vertió en el del agua y generó un problema "grave" que sigue sin resolverse a fecha de hoy, tal y como ha reconocido el regidor del municipio.
Escribano prefiere no generar polémica a nivel político pero a fecha de hoy sabe y reconoce que la única solución, y no a corto plazo sino a "meses", pasa por renovar parte de la red general.
"La situación es caótica, dos casas rurales han tenido que cerrar, los vecinos que venían los fines de semana ya no vienen y llega el invierno y los hielos y el problema no se soluciona", ha incidido.
De momento, en el pueblo han puesto coto a una zona concreta y van a proseguir con los estudios y analíticas del agua, en este caso en todas y cada una de las viviendas del municipio, para ver en qué medida les afecta para saber que parte de la red general van a tener que levantar.
El Consistorio de Hiendelaencina se va a encargar por ahora de tratar de buscar una solución cuanto antes "y ya habrá tiempo de responsabilidades", ha señalado el regidor, quien espera que tanto la Junta como Diputación les echen una mano en esta "dura" tarea.
"Lo único que quiero es que esto se solucione cuanto antes", ha manifestado, a la par que ha confirmado que el suceso ya esta también puesto en manos de un equipo jurídico con el fin de ver que actuaciones se pueden llevar a cabo al respecto, pero de momento no ha querido concretar más sobre esta cuestión.
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