Pocas veces como en el inicio de este año 2014 se había presentado un horizonte de cambios y tareas pendientes a realizar cuanto antes. El retorno político, a partir del martes, va a suponer que los partidos introduzcan novedades en su funcionamiento, y lo mismo puede decirse de los sindicatos. Así, tanto los socialistas como los 'populares' preparan importantes 'cumbres' para ajustar su marcha, condicionada por dos asuntos esenciales: los procesos electorales que vienen y el referéndum catalán, que Artur Mas ha anunciado ya, incluso internacionalmente, que se celebrará el próximo 9 de noviembre.
Así, en la próxima semana se celebrará ya una 'cumbre' del PSOE con el PSC para adoptar una posición "nítida y común" sobre la consulta que impulsa la Generalitat catalana. Los socialistas admiten, en privado, que la coordinación entre la rama catalana y el PSOE es, en este punto, incompleta y da origen a confusiones en el electorado. Así que lanzarán un mensaje tajante de 'no al referéndum de
Artur Mas', aunque dejen abierta la puerta a una consulta tutelada desde el Estado y con la aquiescencia de las Cortes españolas. Y, desde luego, mostrándose en contra de cualquier proceso secesionista.
Pero la cita verdaderamente importante en el campo socialista tendrá lugar el próximo día 13, cuando se fijará la fecha para las elecciones primarias, algo que dará paso a que algunos candidatos, como
Eduardo Madina y
Patxi López, se 'destapen'; no falta quien augure sorpresas, como la participación en la liza del presidente asturiano,
Javier Fernández, y un anuncio de
Pérez Rubalcaba en el sentido de que él no concurrirá a esas primarias.
--¿Jaime Mayor, de nuevo candidato?--También el Partido Popular mantendrá una 'cumbre' sobre Cataluña, con
Alicia Sánchez Camacho oficiando de sacerdotisa en el intento de recuperar algunos de los votos que, presumiblemente, se les están marchando a los 'populares' catalanes con dirección a Ciutadans, de
Albert Rivera. Camacho desdeña algunas voces que, con sordina, piden un acercamiento al Movimiento Ciudadano, señalando que Rivera "es de izquierdas". Posteriormente, el PP celebrará una convención, tal vez a finales de mes, para poner a punto su maquinaria electoral y, probablemente, designar ya a su cabeza de lista de cara a las europeas. Muchos datos apuntan a que de nuevo volverá a ser
Jaime Mayor Oreja el designado, dado que
Rajoy no quiere, dicen medios monclovitas, "precipitar" una crisis de Gobierno, aunque no falte quien diga que, finalmente y ante el desgaste de algunos ministros, acabará por hacerla en febrero. Si ello fuese así, entonces acaso el titular de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que es el integrante del Gobierno que goza de mayor aceptación en las encuestas (pese a que también suspende en ellas), encabezaría la candidatura, para convertirse, en noviembre, en comisario europeo.
La agenda de este año promete ser especialmente agitada para Mariano Rajoy, embarcado en una tarea de explicación internacional de las posiciones de su Gobierno, tanto desde el punto de vista económico -ahora que parece haberse sorteado lo peor de la crisis, aunque no puedan, ni mucho menos, echarse las campanas al vuelo-como en lo referente a la posición frente a la Generalitat catalana, empeñada, como se ha sabido esta semana, en pedir apoyo a las cancillerías europeas. Se da como muy probable que, en su encuentro con
Obama en la Casa Blanca el próximo día 13, Rajoy explique al presidente norteamericano los riesgos de quiebra que, para un país tan vitalmente estratégico para Washington como es España, tiene la deriva independentista de Artur Mas. Fuentes cercanas a Presidencia indican que Rajoy hará, durante el año, una gira por las capitales europeas para aclarar conceptos respecto de la imposibilidad de que una Cataluña independiente pudiese adherirse a la UE. Y es que los 'brotes verdes' económicos no pueden ocultar la gravedad de una situación política que empieza a pudrirse y requiere de grandes actuaciones por parte del Gobierno, de la oposición y de ambos conjuntamente.
Claro que controversias como la generada por el proyecto de nueva regulación del aborto, muy discutido incluso en el seno del PP retrasar cualquier gran pacto entre 'populares' y socialistas, cuando aún ni siquiera se conoce la fecha de tramitación parlamentaria de una reforma que ha debilitado notablemente la posición política de su impulsor, el ministro de Justicia
Alberto Ruiz-Gallardón. El PSOE ha visto una magnífica oportunidad en el ataque a este proyecto, que puede precipitar el fin de la carrera política de Gallardón.
Los sindicatos tienen, igualmente, una cita con la opinión pública, para explicar todos los extremos, hasta ahora confusos y sometidos a la instrucción de la juez Alaya, de las irregularidades de la UGT en Andalucía. En ambientes de este sindicato no se descarta que su secretario general,
Cándido Méndez, acabe presentando una dimisión ante el estado de cosas que han ido descubriendo, día sí día no, diversos medios de comunicación, y que han destrozado la imagen no solamente de la UGT, sino que las salpicaduras se han extendido al sindicato hermano', Comisiones Obreras, cuyo secretario general, Ignacio Fernández Toxo, está especialmente interesado en desmarcarse de los 'líos de los ugetistas'.
Si a este panorama le añadimos las decisiones que, en los próximos días, pueda tomar el juez
Castro en relación con la imputación de la
infanta Cristina por el 'caso Noos' y las que pueda seguir desarrollando el juez Ruz en relación con Gürtel o con
Luis Bárcenas, tendremos una visión de conjunto de lo mucho que nos espera durante un 2014 en el que no van a faltar titulares, nacionales e internacionales, porque ahí están la reforma de la UE, la conmemoración de la caída del muro de Berlín o el centenario de la primera guerra mundial, entre otras muchas cosas.
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