Madrid edita una guía para ahorrar combustible mientras se conduce

Desde el arranque y la puesta en marcha, hasta la velocidad y detención, este ejemplar también pone de relieve las ventajas que para el consumidor y el medio ambiente tiene esta forma de conducir.

Según la guía, se debe arrancar el motor sin pisar el acelerador y la primera marcha se utiliza únicamente para el inicio, pasando a segunda marcha a los dos segundos o pocos metros.

La aceleración y cambios de marchas dependen de los motores de gasolina o diésel, pero como norma general recomienda circular el mayor tiempo posible en las marchas más largas y a bajas revoluciones.

En ciudad, siempre que sea posible, explica esta guía, se recomienda utilizar la cuarta y quinta marcha. En cuanto a la desaceleración, es recomendable levantar el pie del acelerador y dejar rodar el vehículo con la marcha engranada en ese instante, sin reducir, frenando de forma suave y progresiva y reduciendo la marcha lo más tarde posible.

Entre otras cosas, el volumen destaca que a velocidades por encima de 100 kilómetros por hora, el consumo se multiplica y recomienda no portar accesorios exteriores ni conducir con las ventanillas bajadas, lo que provoca mayor resistencia y por tanto mayor consumo.

Además de las pautas para una conducción más eficiente el libro hace un repaso por las nociones básicas de la energía y las ventajas e inconvenientes de los distintos tipos de carburantes —la electricidad, el GLP y el gas natural, el hidrógeno, el bioetanol y el biodiésel— o cómo se producen, almacenan y suministran.