La entidad hace públicos este martes los datos de su gestión con un activo de balance de 5.475 millones de euros (812 millones de euros superior a 2012), lo que supone un crecimiento aproximado del 17,4%.
Del mismo modo la evolución de recursos propios computables sitúa su índice de solvencia atribuible en el 14,02%, superando el 9% exigido por el supervisor desde principios de año.
Para el director general de la entidad, Víctor Manuel Martín López, "Caja Rural Castilla-La Mancha presenta una cuenta de resultados tremendamente sólida, batiendo las previsiones marcadas para el ejercicio 2013, gracias al control riguroso de los gastos y a la evolución positiva de aspectos estratégicos como la liquidez, solvencia, diversificación del riesgo, eficiencia de los procesos o control de la morosidad. Estos datos garantizan el futuro del proyecto, la fortaleza y capacidad de la entidad para hacer frente a los retos que se presenten, siempre manteniendo la seguridad de los ahorros de nuestros miles de socios y clientes".
Crecimiento de márgenes y baja mora
En cuanto a los resultados, el margen neto registrado por la Entidad creció un 16,1% alcanzando los 50 millones de euros, 7 millones más que en 2012 gracias, según la entidad "a la contención en los costes y la evolución positiva en los volúmenes de negocio".
A su vez, el margen bruto se incrementó en un 9,37%, situando los ingresos brutos en los 112 millones de euros.
La entidad financiera, igualmente, destinó 40 millones de euros a provisiones, certificando su esfuerzo recurrente por la consolidación del balance y por su prudencia ante un futuro más complejo y competitivo.
Una tasa de morosidad del 3,93%
Caja Rural Castilla-La Mancha tuvo una tasa de morosidad del 3,93%, diez puntos por debajo de la media del sector que se situó en el 13,73% y que la entidad sitúa entre sus "puntos fuertes".
A este respecto, califican de "sensacional" la tasa de cobertura de dudosos, que a diciembre de 2013 se situó en el 91,78%, 40 puntos por encima de la media del sector.
Estas dos variables, baja morosidad y alta tasa de cobertura, reflejan, según la entidad, "la diversificación del riesgo, la aplicación de una reflexiva política de inversión crediticia y el análisis riguroso de las operaciones concedidas gracias a la perfecta alineación de todas las áreas de la Caja con la estrategia marcada por el Consejo Rector en cuanto a eficiencia en la gestión".
324 millones de euros en recursos propios
Respecto a los recursos propios, la cooperativa de crédito presenta "una salud férrea" ya que a finales del año 2013 dichos recursos ascendían a 324 millones de euros, un 6,93% superior al ejercicio anterior. Unos recursos por los que Caja Rural Castilla-La Mancha mantenía un ratio de solvencia del 14,02%, lo que representaba un excedente de fondos propios sobre los mínimos regulatoriamente exigidos de 139 millones de euros.
Dentro de su Plan de Expansión del pasado año Caja Rural Castilla-La Mancha ha experimentado un crecimiento que califica de "record absoluto", con un alza de 553 millones de euros -un 17,13%-, hasta totalizar 3.782 millones de euros.
En 2013 aumentó su plantilla en 33 personas
Junto a los recursos, también se ha producido un aumento considerable del número de clientes. Sobre una base de 374.000 clientes, ha habido un incremento neto de clientes de 31.000 en 2013.
Además, se abrieron 49 agencias y oficinas financieras el pasado año, alcanzando 293 puntos de venta y aumentando en 33 personas su plantilla que ya supera las 800.
Al balance de Caja Rural Castilla-La Mancha se suma la cifra de liquidez, con más de 1.500 millones de euros disponibles a cierre de año, "destinados a estimular de forma decidida el arranque e impulso necesario en la economía real", asegura la entidad
En este sentido, Caja Rural Castilla-La Mancha ha concedido 598 millones de euros en 8.934 operaciones formalizadas, consolidando un saldo total de 2.472 millones de euros de inversión crediticia.
Con respecto al ejercicio anterior, la cifra de inversión se ha visto incrementada en 185 millones de euros, lo que representa un aumento del 8,09%, apuntalando así la actividad del tejido productivo, inyectando crédito a las administraciones públicas, mundo cooperativo, empresas y particulares, pese a la actual coyuntura.
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