La 'casta' catalana, en estado de alarma

"Hasta ahora, la corrupción que ha aflorado en Cataluña es apenas la punta del iceberg", comentó a este diario un ex alto funcionario de Convergencia Democrática de Catalunya, que recordó que Miquel Roca se alejó del partido porque llevaba tiempo avisando de que 'algo' acabaría estallando, algo mucho más serio aún que la insinuación de Pasqual Maragall en el sentido de que el partido gobernante se llevaba el tres por ciento de comisión en las obras públicas, una insinuación que luego retiró precipitadamente, sin duda por presiones de diversa índole. No había tres, sino cinco por ciento, indicó hace una semana el que fuera vicepresidente y líder de Esquerra, Josep Lluis Carod-Rovira, quien, sin embargo, no explicó por qué no denunció este delito ante los tribunales, como hubiese sido su obligación.

--'Opción de Centro Catalán'--

El rumor más extendido en el comedor de la Cámara de Comercio de Barcelona, en la que Artur Mas se reunió con 250 empresarios para decirles, enigmáticamente, que "la libertad tiene un precio", era el de que el president adelantará las elecciones, para evitar la debacle que significarán los próximos comicios municipales, en los que se calcula que cerca de un centenar de alcaldes de Convergencia podrían pasarse a Esquerra. Que, por otra parte, sería la que ganaría esas elecciones autonómicas anticipadas, en un clima de creciente distanciamiento político de Convergencia. En estas circunstancias, tanto Convergencia como el PSC, cuyo líder, Miquel Iceta, mantendrá varios contactos en Madrid la semana próxima, sufrirán previsiblemente un duro castigo en las urnas, por razones distintas, pero paralelas. Las cosas han alcanzado un punto que hace incluso pensar que, si el Gobierno de Mariano Rajoy llevase a cabo su proyecto de que sea el alcalde quien haya sido más votado, la 'cabeza visible' de Guanyem, Ada Colau, podría hacerse, mediante una candidatura de su partido aliado con Podemos, la CUP y tal vez Iniciativa, con el bastón municipal en Barcelona. Todo indica, sin embargo, que el Ejecutivo central se decantará por un sistema de 'doble vuelta' al menos con tres candidatos, precisamente para evitar este tipo de situaciones, que también favorecerían 'opciones extremistas' en otros puntos de la geografía nacional.

Todo parece conjugarse en estos días contra los planes de Mas, desde las declaraciones de mandatarios extranjeros hasta la negativa de algunas instituciones respetadas en Europa a mandar 'observadores' a la jornada del referéndum, como pretendía la Generalitat, si no es el Gobierno español quien lo pide. Muchas malas noticias incluyendo, claro está, esa operación de lanzamiento de una 'Opción de Centro Catalán' que Josep Antoni Duran i Lleida prepara para los próximos días, tal vez para poco después de la celebración de la Diada, cuyos preparativos siguen con normalidad...en lo que cabe, naturalmente.

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