www.diariocritico.com
El PP busca candidato para el debate electoral donde se jugarán miles de votos

El PP busca candidato para el debate electoral donde se jugarán miles de votos

> La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría sería la más idónea para representar a Rajoy
> Génova esperaba que el PSOE no se atreviera a aceptar el reto de C’s y Podemos

miércoles 14 de octubre de 2015, 12:00h
A vueltas con el debate a cuatro de las generales, porque lo que unos ven un alzamiento hacia el estrellato definitivo, otros ven caída libre sobre las posibilidades electorales. Éste es sin duda el debate que unos quieren y otros temen. En Génova y Ferraz el debate a celebrar está causando numerosos quebraderos de cabeza y por eso se piensa ya en cómo estar representados en él.

En un programa de televisión se lanzó el órdago de convocatoria a todos los candidatos a las generales. Ya hubo un ejemplo en las elecciones catalanas con todos los candidatos. Eso sí, con Artur Mas escondido entre las piernas de Raül Romeva. Por cierto, que supuso la primera vez en la historia que un cuarto de lista es de antemano el primer candidato a la Generalitat.

Pues bien, en aquel formato tan acertado, libre, con preguntas y repreguntas entre candidatos, quedó claro que ése era el modelo que había que trasladar a las generales, y no el tan aburrido debate con todo pactado hasta la temperatura del plató -no es broma-.

Lo cierto es que Rivera e Iglesias, esa dupla de candidatos jóvenes, preparados, grandilocuentes, que empatizan con los nuevos votantes, aceptaron al instante. El PSOE y PP en cambio, se lo pensaron un poco bastante.

En Ferraz se produjeron intensos debates sobre la conveniencia o no de participar en ese tipo de debate con dos líderes que no tienen representación parlamentaria, y agarrarse a ese argumento para impedir la posibilidad del debate. Por un lado, el núcleo duro, sigue viendo que el abrir las puertas a la confrontación directa con los ‘emergentes’ es tener mucho perder y poco que ganar. Pero por otro lado, voces más progresistas dentro del PSOE, defendieron la idea de aceptar el reto y presionar así al líder menos ducho en estas lides: Marianao Rajoy.

Un sector socialista apostaba por dar ese paso para que el PP no tuviera otra opción que darlo también y no mostrar una postura inmovilista que poco o nada será aceptado por los votantes. Finalmente Sánchez aceptó esta teoría.

En Génova esperaban que el PSOE nunca aceptara, pero lo hizo, y en ese mismo instante, la maquinaria ‘popular’ se puso en marcha.

“El PP tiene que participar, no nos podemos quedar fuera y mostrar distancia y falta de transparencia”: era el argumento que uno de los vicesecretarios de nueva hornada defendió.

Pero por otro lado, otros dirigentes ‘populares’ consideraban que llevar a Rajoy a ese escenario era poco menos que un suicidio electoral. Algunos plantearon buscar un argumento para impedir esa participación y apostar por una agenda apretada, porque un presidente no puede acudir a ese tipo de debates y buscar a otro candidato. Si el PP dice que no acude a ese debate será su tumba electoral, si acude y Rajoy se enfrenta a tres líderes emergentes, jóvenes, guapos, elocuentes tiene todas las perder y ofrecerá una imagen de alguien que viene del pasado. Planteado el problema, se plantea la solución.

Las opciones se balancearon hacia la persona más preparada para este tipo de debates; con una edad próxima al resto de candidatos y con una elocuencia, agudeza y finura intelectual más propia de la cita, la candidata con más votos para representar esos intereses, según gran parte de los miembros del PP sería la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.

Asistimos pues a un juego político casi tan divertido e interesante como el propio debate. Esperamos a decisiones.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
1 comentarios