Madrid acoge el Congreso del Partido Popular Europeo (PPE), cuyo anfitrión es el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que se ha dejado querer por sus ' colegas' Angela Merkel, Nicolás Sarkozy, Silvio Berlusconi o Donald Tusk. Rajoy ha aprovechado su intervención para alertar a sus socios europeos de la "evidente radicalización" del PSOE, al tiempo que ha reiterado los logros conseguidos en esta legislatura.
Rajoy ha expuesto ante sus socios el panorama de España ante las elecciones del 20D y se ha referido también al momento que está viviendo Portugal ante la posibilidad de que un tripartito de izquierdas impida que el conservador Pedro Passos Coelho vuelva a gobernar pese a que su partido haya sido el más votado.
El presidente del Gobierno se ha detenido en contrastar la situación económica de España con la de hace cuatro años y ha contado la recesión que sufría el país cuando él llegó al Ejecutivo y la necesidad de adoptar medidas que ha reconocido que han sido difíciles de explicar a la opinión pública.
Ha explicado la reducción del déficit que se ha logrado y ha enumerado de entre las reformas aplicadas la energética, la educativa, la de las administraciones públicas y la del sector financiero, que ha reconocido que estaba "muy tocado".
"Los resultados de todo eso están ahí", ha expuesto Rajoy al resto de líderes populares europeos, a los que ha trasladado igualmente la positiva evolución del empleo en España.
Antes de la reunión, el presidente del Gobierno ha departido con muchos de sus compañeros de familia política y ha mantenido un encuentro con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
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