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Europa ya tiene su 'falsa Constitución'

Zapatero, fuera de las grandes fotos durante la firma del Tratado de Lisboa

Zapatero, fuera de las grandes fotos durante la firma del Tratado de Lisboa

jueves 13 de diciembre de 2007, 14:24h
Los líderes de los 27 miembros de la Unión Europea, entre ellos Zapatero, firmaron el acuerdo que desbloquea la situación después del fracaso de la Constitución. Pero más noticia fue el hecho de que el presidente español no apareció en las fotos con los grandes líderes del continente. Luego fue el noveno en plasmar su rúbrica. Pero no piensen mal: fue por el orden alfabético correspondiente.
    El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, firmó este jueves el Tratado de Lisboa en el monasterio de los Jerónimos de la capital portuguesa y fue el noveno líder europeo en rubricarlo, lugar que le otorgó el protocolo. Se acordó un orden alfabético de países, según su denominación en el idioma propio de cada Estado, con lo que Zapatero firmó el Tratado después del primer ministro griego, Konstantinos Karamanlis, y justo antes del presidente francés, Nicolas Sarkozy.

    Con una gran bandera española de fondo y los colores rojo y gualda iluminando el claustro de los Jerónimos, Zapatero y el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, estamparon su firma en el nuevo Tratado, que previsiblemente entrará en vigor en 2009.

   En el acto se recordó que con este acuerdo se supera la mayor crisis de la Unión en sus 50 años de existencia, consecuencia del fracaso de la Constitución Europea, tras el rechazo de Francia y Países Bajos en el referéndum. Ahora falta que sea ratificado por los países, vía parlamentaria o por referéndum, para entrar en vigor el uno de enero 2009.

   Todos los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión estuvieron presentes, a excepción del primer ministro británico, Gordon Brown, que llegará más tarde debido a un compromiso en el Parlamento de su país, por lo que por Reino Unido sólo firmó su ministro de Exteriores, David Miliband.

   El lugar elegido para la ceremonia de la firma del Tratado, que marcará las nuevas reglas de funcionamiento de la Unión Europea, a partir de enero de 2009, ha sido el Monasterio de los Jerónimos, en Belém. Una obra maestra del estilo manuelino, que fue construido para celebrar los descubrimientos portugueses. Aquí, el 12 de junio de 1985 se firmó la adhesión de Portugal a la entonces Comunidad Económica Europea (CEE).

   El espectacular claustro de dos plantas se vistió de gala con las últimas tecnologías para la ocasión. Una pantalla gigante mostró imágenes de la ciudad de Lisboa, mientras entre los arcos la bandera de la unión europea ondeaba en imágenes digitales. La firma de Tratado se produjo sobre una enorme mesa, mientras en la pantalla se refejaba la bandera de cada país.

   La ceremonia empezó a las 11:30 de la mañana, una hora más en España, con un momento musical seguido de los discursos del presidente en ejercicio del Consejo Europeo de líderes de la UE y primer ministro de Portugal, José Sócrates, y de los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, del Parlamento Europeo, el alemán Hans-Gert Pottering.

   A las doce del mediodía, hora local, los líderes comenzaron a firmar el Tratado. El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, fue el noveno en firmar, acompañado del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos.

   Después, más música, a cargo de Dulce Pontes, y a continuación está previsto que se lleve a cabo la tradicional foto de familia, en la que probablemente ya estarán presentes todos los jefes de Estado y de Gobierno.

   A continuación, los Veintisiete subirán a un tranvía de Belém, pintado con los colores de la presidencia portuguesa de la UE y con inscripciones alusivas al Tratado, para dirigirse al Museo de los Coches, donde asistirán a una comida ofrecida por el presidente de la República de Portugal, Aníbal Cavaco Silva.

  Por la noche siguen las celebraciones, aunque sin la presencia de los líderes. Lisboa acoge en la zona de la Expo 98, al lado del Pabellón de Portugal, un espectáculo de fuegos artificiales al ritmo de un concierto de la Orquesta del Algarve, denominado "Los colores de Europa en el cielo de Lisboa".

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