Bachelet afirma que el Transantiago es “un desafío”

La Cámara de Diputados aprobó el miércoles el informe de una comisión investigadora, que responsabiliza al ex Presidente Ricardo Lagos y a la actual mandataria, Michelle Bachelet, por el fracaso del sistema de transporte colectivo de la capital del país.

El informe, que también responsabiliza a una treintena de ministros y altos cargos de ambas administraciones, recibió 88 votos a favor, ocho abstenciones y ninguno en contra. Las abstenciones correspondieron a diputados de la coalición oficialista que en el álgido debate que precedió a la votación, afirmaron que el informe puede ser un arma para que la derecha opositora intente destruir la imagen del ex Presidente Lagos (2000-2006).

Poco después de conocerse la información de lo ocurrido en el Parlamento, la Presidenta Bachelet dio a conocer un comunicado que fue leído a la prensa por el ministro vocero de La Moneda, Francisco Vidal. En el texto, la mandataria recuerda que en marzo y en diciembre de este año “he asumido frente a todo el país las falencias del sistema de transporte de Santiago y he instruido realizar los cambios que permitan el mejoramiento del sistema”.

Bachelet informa que el ministro de Transportes, René Cortázar, está a la cabeza de esta tarea y asegura que “los avances logrados son innegables, entre otros, más buses, mejores recorridos, mayor infraestructura física y tecnológica, menores tiempos de espera, y cambios en los contratos”.

Agrega la Presidenta que “aún nos falta bastante por hacer y sabemos que no se trata sólo de una tarea de Gobierno, sino que- tal como lo plantean los diputados- es ‘un desafío nacional’”.

Por su parte, los parlamentarios opositores manifestaron su esperanza de que el informe no quede hasta aquí y que los responsables del Transantiago sean castigados.

De hecho, la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), ya anunció que llevará a los responsables a la Justicia, mientras el partido Renovación Nacional había condicionado igual actitud a un eventual rechazo del informe.

Ricardo Lagos es señalado como el principal responsable del fracaso del nuevo sistema, planificado durante su Gobierno, mientras a Bachelet se le achaca haberlo puesto en marcha sin atender a opiniones de expertos que aconsejaban aplazarlo.

El Transantiago, en operación desde el pasado febrero, redujo la cantidad de autobuses, cambió los recorridos y frecuencias, pero sus problemas de diseño y funcionamiento causaron malestar entre los 6,2 millones de habitantes de la capital chilena.

La semana pasada, Bachelet rechazó la dimisión de su ministro de Transportes, René Cortázar, pues si bien admitió que persisten algunos problemas y malestar en la gente, ha habido mejoras de diseño, recorridos y frecuencias que a su juicio, deben profundizarse para que en un tiempo más, el sistema satisfaga las necesidades de los santiaguinos.

El debate en la Cámara de Diputados se centró principalmente en el papel de Ricardo Lagos. Las críticas a Bachelet, en cambio, fueron moderadas y se destacó que en diversas ocasiones ha reconocido los problemas y asumido la responsabilidad de su Gobierno en los mismos.

En la tarde del miércoles, Ricardo Lagos Escobar declaró que "asumo la responsabilidad de haber tomado una decisión indispensable para que Santiago sea una ciudad moderna, con un sistema de transporte integrado, donde el Metro juegue el rol articulador, como ocurre en todas las ciudades con buen transporte público en el mundo".

Además, dijo "reconocer con dolor que este cambio de transporte público de Santiago ha ocasionado en esta primera etapa perjuicios, molestias, y sufrimientos a mucha gente, particularmente a las familias más modestas. A ellos les pido excusas muy sinceras, a ellos les reitero mi afecto y cariño”, señaló el ex mandatario.