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Los joyeros madrileños facturaron 63 millones de euros en exportaciones

viernes 21 de diciembre de 2007, 14:00h
La Cámara de Comercio de Madrid invitó a 34 compradores de joyería extranjeros al certamen de Iberjoya, que se celebró en septiembre en Ifema. El objetivo era que entrasen en contacto con casi un centenar de empresas madrileñas del sector de joyería que participaron en esta feria y ayudarles así a exportar su producción y que se animasen a dar el salto al exterior.
Este encuentro fue posible gracias al Programa de Compradores Extranjeros que la entidad cameral, en colaboración con Ifema, tenía en marcha para apoyar la internacionalización del tejido empresarial de la región.   

Iberjoya es la feria que reúne al sector de joyería, relojería, platería e industrias afines y que se celebra junto con otros dos certámenes (Bisutex e Integift) en el marco de  la Semana Internacional del Regalo, la Joyería y la Bisutería, junto con los certámenes. Medio millar de empresas participaron en trigésimo novena edición de Iberjoya, en la que la presencia de los expositores madrileños fue mayoritaria.

La Comunidad de Madrid era 2007 una de las cinco regiones españolas con mayor producción y tradición en joyería y destacó especialmente en el mercado de piezas de gran valor, así como por la relojería de oro. Entre ellas se encuentraban firmas de gran solera, como Durán Joyeros y Carrera y Carrera, hasta nombres de nuevos diseñadores que irrumpieron con fuerza en este mercado, como Belén Bajo.

La joyería era la industria predominante en el amplio sector de los productos de lujo, con unas ventas globales que ascendían a 150.000 millones de dólares (unos 110.000 millones de euros). Aproximadamente 20.000 empresas componían el sector de joyería, platería y relojería en España, que comprendía los subsectores de fabricación, industria o talleres; exportadores; importadores; mayoristas y comerciantes detallistas.
 
El estrecho vínculo que guardaba esta industria con la tradición artesanal era la causa de que estuviese muy atomizado, con 20.000 pymes, que proporcionaban empleo directo a más de 200.000 personas e indirecto a otras 175.000, según la Asociación Española de Joyeros Plateros y Relojeros. Apenas el 10 por ciento de las empresas que operaban en el mercado de la joyería contaba con plantillas superiores a diez trabajadores.

A pesar de su pequeña dimensión, las pymes del sector canalizaron el 65 por ciento de las ventas. Prueba de su actividad es que gracias a ellas se pudo mantener a flote este mercado incluso en los ciclos de recesión o desaceleración económica. La joyería española atravesó en 2007 un buen momento que los expertos no dudaron en tildar de fase de crecimiento y de continua transformación. Prueba de ello es que la producción de diseño español se situaba en el cuarto puesto dentro del ranking europeo de fabricantes.

Calidad, diseño y originalidad fueron las claves del éxito de la joyería española en el mercado exterior. Además, el buen acabado de las joyas, el valor añadido de la artesanía, así como una relación calidad-precio coherente y equilibrada, fueron factores determinantes en el éxito internacional de los productos joyeros españoles.

El sector joyero español siguió manteniendo su apuesta por los mercados exteriores, donde facturó 63 millones de euros en el primer semestre de 2007. Como es tradicional, Francia, Estados Unidos y Suiza fueron los principales clientes del diseño español, si bien las compras de Italia y México estaban alcanzando a este último mercado como clientes. Las importaciones en este mismo período procedían en un 44% de Italia, seguidas de Turquía, con el 12 por ciento.
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