Off the record - 17 enero 2008

¿QUIEN FUE LA MANO QUE MECIÓ LA CUNA?

Un conocido militante del PP, profesional de la cosa, se ha puesto ya a reunir los datos para escribir la historia de la semana en que Ruiz-Gallardón fue bruscamente apartado del escenario de la sucesión de Rajoy. Como ayer se vio no es el formalismo reglamentario interno sobre “los alcaldes” lo que ha borrado –porque su nombre estaba, vaya si estaba– a Ruiz-Gallardón de la lista del PP por Madrid. Finalmente, otros alcaldes del PP van en las listas, sin que parezcan molestar a Álvarez Cascos, tan activo y agresivo contra el alcalde de Madrid. Dice a este Off The Record el arriesgado investigador que no ha jugado sólo la política, así que habrá que esperar a conocer los entresijos, y los intereses, de lo sucedido, y la realidad de los papeles jugados por unos y otros. Falta por saber si el órdago de Esperanza Aguirre fue propia iniciativa a la que se habría sometido Rajoy o si la combativa presidenta madrileña obró “de encargo”, y en este último caso ¿encargo de quién? De haber “encargo”, que este Off The Record tiene informaciones para pensar que no lo hubo, sólo hubiera podido ser del propio Rajoy, como sucedió en su momento con el catalán Josep Piqué, tenido como Ruiz-Gallardón por amigo y asesor de confianza de Rajoy e inesperadamente ejecutado en un sorprendente giro del PP catalán hacia casi extramuros de la sociedad catalana. 

BUENAS Y MALAS NOTICIAS… SEGÚN PARA QUIÉN

Manuel Fraga, muy tempranero asistente con su proverbial cortesía al desayuno informativo del Foro Europa Press con el actual presidente socialista de Galicia, Pérez Touriño, comentó que la decisión de excluir a Ruiz-Gallardón “no es una buena noticia” y que podría costar muchos votos al PP en las urnas de marzo. La verdad es que, por las fuentes expertas consultadas por este Off The Record, esa pérdida de votos es por lo menos dudosa. Polarizadas como están las elecciones, tanto por Ferraz como por Génova, lo mismo el voto de derechas que el de izquierdas son sólidos e inamovibles. Y el voto moderado del centroderecha, que sería el más afín a Ruiz-Gallardón, se encuentra tan sensibilizado “contra” Rodríguez Zapatero que puede votar tapándose aún más las narices, pero no dejará de hacerlo.

La política es muy rentable, sin duda, pero también es cruel. Muchos comportamientos dentro del PP en estos últimos días recuerdan los de aquella famosa “rebelión a bordo” cuando Manuel Fraga decidió que Isabel Tocino le sucediera al frente del partido. No es fácil saber con certeza quiénes son ahora los conjurados, pero algo puede asegurarse al menos y es que han acordado ya quién será, entre ellos, el sucesor de Rajoy si éste pierde las elecciones generales. ¿Las ha perdido el PP con la visualización de lo que se presenta como un encastillamiento en la derecha dura? No necesariamente. Rajoy confía en haberlo compensado con el “efecto Pizarro”, lo que por otra parte convierte al combativo aragonés en objetivo central –y personal– de toda la artillería del PSOE, como muy pronto se verá.

EL DESARROLLO DEL “EFECTO PIZARRO”

Un alto dirigente de Génova transmite a este Off The Record su pronóstico de que el “efecto Pizarro” será tanto más fuerte en la medida en que la opinión pública pase de la probabilidad a la certeza de la crisis económica. Y añade que, con la Bolsa en caída libre, sin que pueda despejarse la temible posibilidad de que Estados Unidos entre en recesión, con las expectativas de crecimiento de España cada día más recortadas que el anterior, con indicios serios de algo más que turbulencias financieras, principalmente en las Cajas, con agravadas expectativas de pérdida de empleos, sin perspectivas de crecimiento industrial a corto plazo, con serias dificultades de financiación para las empresas y acusado endeudamiento de las familias, algún sobresalto importante que puede producirse en las semanas inmediatas sería letal para el PSOE en las urnas del 9 de marzo.