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Nuevo fracaso copero del Real Madrid

jueves 17 de enero de 2008, 13:18h
 El Mallorca pagó al Real Madrid (0-1) con su propia 'medicina' para eliminarle de la Copa del Rey en octavos de final, en el primer gran fiasco con Schuster en el banquillo, después de que los bermellones, asediados en numerosas fases del encuentro, lograran mantener su portería a cero y aprovechar su única oportunidad a siete minutos del final por medio de Ibagaza. Con este, ya son quince años los que el Madrid lleva sin ganar la Copa del rey.
Además, el Atlético sudó para deshacerse del Valladolid (1-1) en un partido trepidante gracias al valor doble del tanto anotado por el argentino Agüero, el Athletic se clasificó a costa del Espanyol en la tanda de penaltis y el Villarreal necesitó de la prórroga para apear al Recreativo y asegurarse un doble enfrentamiento con el FC Barcelona.

El 'submarino amarillo' equilibró la eliminatoria con un tanto de Senna a los diez minutos de juego, pero desde entonces topó con un Recreativo firme y seguro atrás. El empate en el tiempo reglamentario abrió paso a una prórroga emocionante en la que Rossi resolvió el pase para los valencianos, a los que les espera su particular montaña con partidos consecutivos en una semana ante Valencia, FC Barcelona y Real Madrid.

En el estadio Santiago Bernabéu, el Real Madrid volvió a dejarse un año más la Copa. Lo hizo, paradójicamente, en uno de sus mejores partidos en su feudo. Los blancos desperdiciaron numerosísimas ocasiones de gol, especialmente Higüaín y Saviola, ante un Mallorca reservón, sin intensidad y que contribuyó al buen juego local.

Sin embargo, el Real Madrid, capaz esta temporada de anotarse triunfos siendo superado por el rival y sin apenas crear ocasiones de gol como ante el Zaragoza, el Almería o el Recreativo, tropezó una y otra vez contra Moyá y encajó a siete minutos del final en una genialidad de Ibagaza.

Schuster mezcló en el once, como hizo en el Ono Estadi, e introdujo la gran novedad de Saviola. El argentino gozó de la primera ocasión del partido, nada más empezar. Con Guti y un entonado Gago, el Real Madrid apabulló de inicio a los baleares, con hasta tres ocasiones clamorosas que no transformaron.

Moyá emuló a Casillas y se convirtió en un muro infranqueable. La versión del Real Madrid era magnífica, con presión en la medular, toque y esfuerzo en la recuperación, pero echaba en falta la pegada letal que le ha aupado a la cabeza de la tabla.

La lesión de Saviola provocó la entrada de Van Nistelrooy, pero ni el holandés pudo romper el mal fario que parecía perseguir a los de Chamartín. Paulatinamente el Real Madrid fue perdiendo precisión cuando veía discurrir los minutos sin anotar el gol que le hubiera dado la eliminatoria y al final incluso se dejó la condición de invicto en su estadio esta temporada por culpa de una genialidad de Ibagaza.
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