Almunia, que participó en un desayundo organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica, destacó que, a causa del envejecimiento poblacional y si no se toman medidas antes, la UE tendrá que absorber en 2050 un impacto sobre sus cuentas públicas de 4 puntos del PIB para los sistemas de pensiones y de salud y los servicios sociales.
Según Almunia, la sostenibilidad de las cuentas públicas presenta un alto riesgo en países como Grecia y Portugal, mientras que España se encuentra en una zona de riesgo intermedio, ya que a medio plazo presentará unas cuentas saneadas, pero a la larga registrará problemas de empleo y de pensiones.
El comisario europeo avisó de que la inmigración ha conseguido retrasar algunos años el impacto del envejecimiento en la población, aunque no ha hecho que el problema desaparezca. Hacia 2030-2035, la llegada de inmigrantes no será tan beneficiosa, pues al mismo tiempo que aportan cotizaciones sociales al sistema, generan derecho a una pensión.
Lejos de Lisboa
Para afrontar con el proceso de envejecimiento de la población en condiciones de sostenibilidad financiera, el comisario europeo aconsejó a los 25 que efectúen ajustes presupuestarios, que reformen sus sistemas de pensiones y sanitarios, y que eleven su nivel de empleo.
En este sentido, recordó que el objetivo marcado en la Estrategia de Lisboa es el de alcanzar, en 2010, una tasa de empleo del 70%. Con los siete millones de puestos de trabajo que la Comisión prevé que se generen en Europa hasta 2008, la tasa actual de empleo repuntará hasta el 65,5%, "todavía lejos" de los objetivos de Lisboa.
Por ello, defendió la necesidad de "reforzar el ritmo" en el empleo de las mujeres, cuya tasa sigue siendo inferior a la masculina, y en el de los mayores de 55 años. En este último caso, indicó Almunia, las medidas a adoptar estarían más relacionadas con los sistemas de jubilación pues, según dijo, "existe una relación clara entre las prejubilaciones y los resultados de empleo de los mayores de 55 años".
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